Kirk Douglas, un padre ausente que recuperó a su familia en el tercer acto de su vida

El actor fallecía esta semana a los 103 años dejando un gran legado profesional y personal

Catherine Zeta-Jones, Kirka y Michael Douglas, en 2015 M. JACOBS

María Estévez

Kirk Douglas será recordado como un icono de la edad de oro del cine, pero para Michael Douglas simplemente era su padre. Un padre con quien siempre tuvo un tira y afloja. Kirk nunca le perdonó a su hijo que no le contratase para protagonizar «Alguien voló sobre el nido del cuco», una obra cuyos derechos para producir una película había comprado el propio Kirk después de interpretarla en el teatro. Aquella película fue el debut de Michael en la industria del cine , donde empezó como productor, tras comprarle a su padre los derechos. Cuando Michael comenzó a pensar en la película, le dijo a su padre que creía que era demasiado mayor para protagonizarla y acabó dándole el papel protagonista a Jack Nicholson . Por esa cinta, en 1975, tanto Michael como Nicholson ganaron su primer Oscar. «Mi padre me lo ha recordado siempre» , reconoció Michael hace un par de años. En esa misma entrevista, el actor aseguró que ser hijo de una estrella de cine, y llevar su apellido, «ha tenido cosas buenas y cosas malas».

Kirk Douglas tuvo dos hijos con cada una de sus esposas. Con Diana Douglas tuvo a Michael y a Joel Douglas . Antes de su segundo matrimonio, la vida privada de Douglas fue tan convulsa como sus interpretaciones. Los directores no lo querían contratar por su temperamento y con más de uno acabó a tortas. Se le relacionó con la mayoría de sus compañeras de reparto, y no se cortó a la hora de contar sus amorío en su biografía. En 1954 se casó con Anne Buydens, el gran amor de su vida -pese a las veces que le fue infiel-, quien a sus 100 años, ha sobrevivido a Kirk. Con ella tuvo a Peter y a Eric .

Cuatro hijos

Todos sus hijos trabajan en la industria de Hollywood. Quizá, por ser quien más ha desarrollado su carrera como actor, Michael está llamado a suceder a su padre. Joel y Peter se han decantado por la producción en el mundo del cine. El pequeño, Eric, un actor que fue cómico en Hollywood, murió de sobredosis en 2004. Al parecer, el benjamín del clan no pudo con la presión que suponía llevar el apellido Douglas y las adicciones acabaron con él. Aunque pagó todas las clínicas de desintoxicación de su hijo, Kirk no pudo hacer nada por Eric.

Nunca se lo perdonó. La muerte de Eric supuso un antes y un después en la vida de Kirk . En parte, siempre se culpó de las adicciones de su hijo por haber sido un padre ausente, que puso por delante su carrera profesional a su vida familiar . De su dolor en aquel momento, y el que debieron sentir sus hijos al crecer con un padre al que veían más por la tele, ha llevado a los hermanos Douglas a tener claras sus prioridades en la vida. Con los años, Michael, Joel y Peter han aprendido a canalizar ese dolor para disfrutar de la compañía de su padre cuando éste se retiró a finales de los 80. El propio Michael lo explicó hace años en una entrevista, sin expresar ningún rencor hacía Kirk: «Mi matrimonio y mi familia son siempre lo primero, eso lo aprendí de mi padre» .

Consciente de que podían quedar pocos aniversarios que celebrar, Michael le organizaba siempre una fiesta. «Una de las cosas más increíbles sobre mi padre es el tercer acto de su vida. Después de todo lo que consiguió en su carrera y de lo que hizo por su país, todo lo que ha conseguido ahora es sencillamente extraordinario», dijo Michael en 2016, durante el cumpleaños número 100.

Causas benéficas

Este tercer acto en la vida de Kirk, lleno de casusas benéficas y de momentos en familia, Michael lo resumía esta semana en Instagram, cuando anunció que su padre había fallecido a los 103 años. «Para el mundo era una leyenda, un actor de la edad de oro del cine, un hombre humanitario cuyo compromiso con la justicia y las causas en las que creía sentó un estándar al que todos nosotros aspiramos. Pero para mí y mis hermanos, Joel y Peter, era simplemente papá, para Catherine un maravilloso suegro, para sus nietos y sus bisnietos, su amoroso bisabuelo, y para su mujer, Anne, un maravilloso marido», escribió.

Y concluyó: «La vida de Kirk fue muy bien vivida y deja un legado que durará para las generaciones que vengan, y una historia como un renombrado filántropo que trabajó para ayudar al público. Dejadme terminar con las palabras que le dije en su último cumpleaños y que siempre fueron sinceras: ‘Papá, te quiero tanto y estoy tan orgulloso de ser tu hijo...’». El destino quiso regalarle a Kirk una vida tan larga para poder recuperar el tiempo perdido con su familia . Ahora todos lloran su muerte.

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