El infierno de Irene Rosales con las adicciones de Kiko Rivera: «Las broncas eran monumentales»

Kiko Rivera ha hablado en alguna ocasión sobre el calvario que sufrió durante años por sus problemas de adicción a las drogas. Se sinceró como nunca durante su participación en el programa de «Gran Hermano Dúo» con su pareja y madre de dos de sus tres hijos, Irene Rosales , que ha vivido en primera persona la batalla del Dj con estas sustancias.

Ahora, Rosales ha decidido hablar abiertamente sobre el infierno que vivieron como pareja y sobre cómo ella le ayudó a enfrentarse y dejar un problema que él, en un principio, se negaba a ver. Lo ha hecho a través de un directo de Instagram junto a Sofía Cristo , que también ha luchado contra este problema, con el fin de ayudar a toda esa gente que está inmersa en esa batalla o que necesita ayuda. Además, aunque Kiko lleva un par de años alejado de las drogas, su mujer asegura que esta es una lucha que se pelea a largo plazo y con la que siempre hay que estar alerta.

La nuera de Isabel Pantoja cuenta cómo se vive todo este cuando eres la persona que convive con quien tiene el problema: «Te deja frito, te taladra la cabeza». «Yo por la noche me despertaba siete u ocho veces. Incluso cuando estaba en un bolo me despertaba y le escribía que me mandara un audio», confiesa, algo que lleva sin quitarle el sueño, afortunadamente, ya un par de años.

Ambos sufrían mucho y las mentiras de Kiko eran el origen de muchas de sus discusiones: «Veía mentiras tontas y él seguía hasta el fondo con su mentira (...) Las broncas eran monumentales . Le decía que se fuera, pero acabábamos gritando y veía que era peor porque iba a irse y volver a consumir. Entonces, empecé a hablarle desde el cariño». Además de las mentiras, el distanciamiento con su familia era otro de los temas que provocaba sus innumerables enfrentamientos. El tema económico y el «derroche» también fue un obstáculo, aunque confiesa que al menos no lo perdió todo.

Cambiando la perspectiva, Irene consiguió hacerle entrar en razón y convencerle para que fuera al psicólogo y al psiquiátra, y también acudió a la tonadillera para encontrar apoyo. «Si se quiere se puede y si formáis un equipo, mejor». Kiko Rivera es un hombre nuevo ahora, algo que su entorno siempre ha achacado a la relación con su pareja. Y ella matiza: «Nosotros hemos dado un pasito y nos queda un largo recorrido ».