GENTE
La estrategia de Hollande para conquistar a las mujeres
El presidente de la república francesa concede una entrevista a la revista «Elle» donde hace gala de su feminismo y su amor de padre
Teñido el pelo, abultado el vientre, la corbata torcida, el traje siempre estrecho, las mangas de la camisa demasiado largas... François Hollande sueña con conquistar a nuevas féminas , repartiendo bendiciones entre sus preferidas. Con motivo del Día de la Mujer, el presidente de la República ha concedido una entrevista exclusiva al semanario «Elle» para hablar solo de señoras , dirigiéndose a un público femenino muy «bobo glamour» («bobo»: del inglés bourgeois bohemian o «burgués bohemio»).
Puestas a elegir entre Nicolás Sarkozy y FrançiosHollande, las mujeres eligieron al segundo. El 57 por cien de los votantes de Hollande en la segunda vuelta de las presidenciales de mayo 2012 fueron mujeres. El presidente no ha olvidado ese dato capital y tiene quince meses cortos para reconquistar a sus electoras perdidas o por seducir a otras nuevas. A través de «Elle» , Hollande comienza una nueva operación de conquistas femeninas masivas , recurriendo a su gran arte de seductor / ideólogo, entonando una serenata pública especialmente dirigida para chicas y señoras de todas las edades, casadas, casaderas o poco proclives al casorio.
De entrada, una declaración de principios: «Hoy como ayer, yo soy feminista y socialista» . ¿Cómo? «Sí. En un congreso del PS, una militante ascendida a ministra, por mí, sentó cátedra afirmando que ser socialista comenzaba por ser feminista. Es mi caso».
¿Fue «feminista» el presidente Hollande durante sus 30 años de vida en común con Ségolène Royale , madre de sus cuatro hijos y su ministra de la ecología hoy? Sin duda, a su modo de ver: «Yo iba de compras, yo hacía la comida. Me ocupaba de los niños. Llevaba a los chicos al cole, les contaba cuentos por las noches, les llevaba a la gimnasia. Si se hace la misma pregunta a Ségolène, quizás ella responda de otra manera. Es cierto que lamento no haber hecho mucho más».
¿Cómo interpretar desde una óptica feminista el abandono del lecho conyugal de Ségolène y la entrada en el lecho del Elíseo con Valérie Trierweiler ? Sin comentarios. ¿Cómo interpretar desde una óptica feminista la sustitución del lecho de Trierweiler por el lecho de Julie Gayet ? Hollande es de una prudencia de indio sioux acorralado por el general Custer: «Lo que significa o pueda significar para mí Julie Gayet no pienso decirlo» .
Hollande prefiere extenderse en las relaciones entre feminismo y familia: «¿Es reaccionario desear fundar una familia? ¿Por qué dejar a la derecha la defensa de lo más bello, la posibilidad de hacer niños, adoptarlos o educarlos . Por eso he decidido cambiar el nombre del ministerio de la Familia. Lo vamos a llamar ministerio de las Familias, en plural, para que puedan reconocerse todo tipo de familias, recompuestas, del mismo sexo...». En ese terreno, Hollande se atrinchera en el pudor íntimo, para evocar la familia donde él mismo se educó: un padre ultra conservador y autoritario, una madre forzosamente sumisa . «A través de mi madre –comenta Hollande a “Elle”–, comencé a comprender la realidad de la condición femenina. Mi madre fue la primera mujer que me habló de las violencias conyugales». ¿Le sirvió para algo aquella primera, amarga e íntima experiencia familiar? «Creo que sí. Eduqué a mis hijos de otra manera», declara.
Aquel niño y adolescente que escuchó a su madre hablar de «violencias conyugales» ahora es muy consciente del drama diario de las mujeres agredidas en los transportes públicos o en el propio domicilio: «La tragedia de Colonia ha sido un choque excepcional. Pero no debemos olvidar que las mujeres son agredidas cada día en nuestros pueblos, en nuestras ciudades. Y la inmensa mayoría de las agresiones contra las mujeres no son obras de refugiados o inmigrantes . Son obra de franceses agrediendo a niñas, chicas y mujeres francesas. Se trata de un fenómeno de masas que debemos combatir con firmeza: se trata de un atentado permanente contra la libertad de la mujer y la condición femenina», afirma.
Feminista convencido, Hollande cree defender a su manera «la lucha de las mujeres por la igualdad» . ¿Cómo? Sin entrar en la experiencia del abandono lecho conyugal, sustituido por sucesivos lechos amorosos, Hollande declara a «Elle»: «El combate de las mujeres me ha permitido ser un mejor padre» .
Tras esas idas y venidas personales entre una familia conservadora, sucesivas experiencias nunca culminadas en el matrimonio, intentando seducir al sector femenino de su electorado perdido, el rpesidente de Francia no olvida otra batalla en la arena política: Marine Le Pen , presidenta del ultraderechista Frente Nacional, una señora divorciada, puede eliminarlo en la primera vuelta de las próximas elecciones presidenciales. Experto en el arte de esquivar, Hollande insiste en la misma idea: «Yo soy feminista. Y defiendo a la mujer. No he escuchado nunca a Marine Le Pen en ese terreno» .
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