Estela Grande, destrozada y en tratamiento psicológico tras separarse de Diego Matamoros
La televisiva cuenta en una entrevista cómo se encuentra después del fin de su matrimonio
La participación de Estela Grande (24 años) en el programa «GH VIP» ha supuesto un antes un después en su vida. No solo porque con su entrada en la casa de Guadalix de la Sierra dejó el anonimato –del que tanto hizo gala y que tanto le costó conseguir– para ser un personaje más de la televisión, sino porque también ha propiciado el fin de su matrimonio con Diego Matamoros.
Su tonteo con Kiko Jiménez durante su paso por el reality, y seguramente algún problema más que habría en el matrimonio , han dado al traste con su relación. Diego Matamoros no quiere seguir con ella, algo que la ha destrozado, según cuenta este miércoles en una exclusiva con la revista «Lecturas». Asegura también estar muy arrepentida por haber propiciado la crisis y se ha dado cuenta de todo lo que ha perdido, pero asegura que es imposible que vuelvan: «Ahora sería imposible. Hay mucho rencor y juntos éramos una bomba de relojería».
La amistad que mantiene –o mantenía, nunca se sabe con ellos– con Kiko Jiménez voló por los aires su matrimonio y sacó a relucir temas que parecían olvidados, como las infidelidades de Diego Matamoros : «Se reabrieron todas las heridas y acabamos recriminándonos mierdas».
Estela Grande está atravesando uno de los peores momentos de su vida. Ha tenido que recurrir a ayuda para hacer frente a todo lo que le está pasando. En la entrevista, la televisiva se sincera reconociendo que se encuentra en tratamiento psicológico . «Tengo ansiedad, tomo pastillas para dormir y estoy con una psicóloga», cuenta.
Esas declaraciones no impiden a Estela Grande ser muy dura cuando le preguntan por Kiko Matamoros , con el que precisamente no se lleva muy bien. El televisivo ha sido muy crítico con ella durante su paso por «GH VIP», «acoso y derribo», según Estela. «No sabía que me odiara tanto, nunca he tenido relación con él. No me di cuenta de lo grave que era hasta que mi madre me dijo: 'En la vida me voy a sentar con ese señor'», confiesa.
Reconoce también que unirse a esta familia le ha traído muchos sinsabores : «El apellido Matamoros me ha dado muchos disgustos, problemas y quebraderos de cabeza, he vivido cosas muy duras y difíciles durante el tiempo que he vivido con Diego. Temas legales duros».
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