Elisabeth Thurn und Taxis, la princesa que declaró la guerra a los tacones

Elisabeth von Thurn und Taxis se crió en San Emerano, un palacio de 517 habitaciones y más de 22.000 metros cuadrados de parqué en Ratisbona, el corazón de Baviera. Recorrer «la casa privada más grande de Europa» -del tamaño de Versalles para más inri- puede exigir horas y kilómetros de caminata . Quizá por eso esta princesa alemana de 33 años sabe mejor que nadie lo importante que es llevar calzado cómodo . « Pero sin perder un ápice de elegancia », se apresura a aclarar en conversación con ABC. Thurn und Taxis viaja por el mundo narrando cómo viven los happy few en las páginas de «Vogue». Ahora también se anima a diseñar zapatos para ellos .

«La moda consiste en crear sueños y contar historias . Vivimos tiempos difíciles, por eso hemos tenido un largo periodo de minimalismo », explica la hija de la legendaria Gloria von Thurn und Taxis ( apodada «la princesa dinamita» en los años 80 ). «Pero la gente quiere soñar, las mujeres desean verse atractivas sin sacrificar la posibilidad de divertirse. Y las grandes casas como Gucci, Valentino y Loewe van en esa dirección», añade Elisabeth desde Los Ángeles. Para esas mujeres acaba de cear una rcolección de bailarinas de la mano de la firma parisina Chatelles . «La moda lleva varias temporadas obsesionada con las manoletinas y ser capaz de salir de fiesta con ellas es una declaración de intenciones poderosa . Pero se trata de encontrar el equilibrio porque unos tacones hermosos nunca van a pasar de moda», reconoce.

François du Chastel, fundador de la marca Chatelles, coincide con su principesca socia. «Lo s tacones siempre estarán de moda porque transfieren esa rara mezcla de poder y fragilidad. Sin embargo, vemos una tendencia fuerte en la moda que confirma que las mujeres quieren ser femeninas y seductoras sin dejar de sentirse cómodas . Lo hemos comprobado en la primera fila de los desfiles de la Semana de la Moda de París», señala Du Chastel, un apuesto exbanquero de 33 años que creó Chatelles en 2013 y en solo tres años la convirtió en la marca preferida de Sabina Getty, Delfina Delettrez Fendi, Miroslava Duma, Anunciata de Liechtenstein , Sofía Sánchez de Batek y una larga lista de prescriptoras de estilo. «Elegí a Elisabeth para que diseñara esta primera colaboración porque tiene un sentido del estilo único y cool que conecta con el ADN de Chatelles: elegancia sin esfuerzo ». El resultado son zapatos confortables y suntuosos con detalles como plumas exóticas, lazos gigantes, terciopelo borgoña y satén azul Klein de España y rafia con bordados dorados de París e India.

«Me he inspirado en las bellas y feroces heroínas de los años 30 y 40, en las mujeres fatales y el boudoir chic. He pensando en mujeres como Ava Gardner, Joan Crawford y Marlene Dietrich », explica la princesa. ¿Y en su madre? Después de todo Gloria von Thurn und Taxis fue la niña mimada de Karl Lagerfeld, Claude Montana y Pierre Cardin en los 80. «No estoy segura de que haya visto mi colección. Tendré que enviarle un par porque ella ama las bailarinas. Gracias por el recordatorio», responde con ese sentido del humor irreverente propio de la alta nobleza. Mientras «Mamá Gloria» va a todos lados en una Harley Davidson digna de los «Ángeles del infierno» -bodas y bautizos incluidos-, su hija prefiere ir a pie a sus citas.

El confort de unos Chatelles diseñados por Su Alteza Serenísima tiene un precio. Las manoletinas «Séraphin», de terciopelo en color borgoña y lazos XXL, cuestan 399 euros , mientras que los extravagantes mules (zapatillas sin talón) con plumas a lo Ave Fénix ascienden a 500. Cada par es realizado en Italia y Portugal y lleva entre ocho y catorce horas de trabajo. «Los pies femeninos son delicados por naturaleza y también lo es la labor del artesano que fabrica estos zapatos», dice Du Chastel. Nadie dijo que la guerra contra los tacones fuera a salir gratis .