David Muñoz: «Soy asquerosamente feliz. No me afecta lo que la prensa diga de mí»
El transgresor chef presenta en Madrid su nuevo proyecto con Beefeater
Irreverente, transgresor y peleón como pocos. David Muñoz (Madrid 1980) revolucionó por completo el mundo de la alta cocina y ahora está dispuesto a hacer lo mismo con la coctelería. El chef se ha asociado con Beefeater para huir de los convencionalismos del gintonic y aplicar a la cocina líquida unos nuevos parámetros. «Queremos explorar el simple concepto de tomar una copa y darle una vuelta. Descubrir a la gente una nueva forma de beber» , comenta el cocinero durante una charla con ABC, en el Palacio de Gaviria de Madrid.
David llega puntual a la cita. Camisa vaquera entallada, cresta perfectamente acicalada y sus habituales piercings, que han hecho de él una seña de identidad. A pesar de haberse asociado con la firma inglesa de destilados, reconoce no ser un gran fan de las bebidas alcohólicas. « Salgo poco. Me paso la vida trabajando. Entre tantos proyectos, Streetxo, Diverxo , el restaurante de Londres... Me queda poco tiempo para poder salir. Sí, me gusta la ginebra pero apenas bebo alcohol por los horarios que tengo y porque hago mucho deporte».
A sus 36 años, puede presumir de haber acariciado la cima. Le acreditan tres estrellas Michelin e interminables listas de espera de clientes dispuestos a desembolsar un buen montante por comer en sus restaurantes. «La clave del éxito es siempre querer más, no conformarse nunca con lo que uno tiene y siempre tener en mente que se pueden hacer muchas mas cosas. Si mi equipo y yo miramos atrás hemos conseguido cosas que nunca imaginábamos, pero de forma objetiva si miramos para adelante no hemos hecho nada».
En el ojo del huracán
Además de por su brillante faceta profesional, David salta a los medios con frecuencia por su relación sentimental con la siempre controvertida Cristina Pedroche . Hace unos días, ésta protagonizaba una encarnizada batalla dialéctica con Nuria Roca. El propio David defendió en Twitter a su mujer, pero prefiere no echar más leña al asunto. «La parte interesante mía es la creativa, la profesional. Lo otro forma parte de una prensa más invasiva que se comporta en ocasiones de forma agresiva y bajo mi punto de vista de forma irrespetuosa. Intento marcar las líneas de lo que yo soy como persona».
Ellos nunca han tenido reparo a la hora de gritar a los cuatro vientos lo enamorados que están. David entiende las reglas del juego y el interés que suscitan. «Eso no significa que esté de acuerdo o que vaya a transigir con ello o ser sumiso».
David ha aprendido a vivir en el ojo del huracán mediático y confiesa que a estas alturas no le afecta lo que se pueda escribir o decir de él. « Yo me levanto por las mañanas y soy asquerosamente feliz con lo cual ese tipo de cosas pasan a un segundo plano. Si todos nos preocupásemos por intentar conseguir nuestros sueños y ser un poco más felices todos sonreiríamos más» .