Alberto de Mónaco retoma su agenda pública durante el baile de la Cruz Roja
Los príncipes de Mónaco fueron perfectos «anfitriones» durante el 70 aniversario en la gran gala anual
La gran gala benéfica organizada por la Cruz Roja rindió homenaje a todos los donantes de la entidad, gracias a los cuales se consiguió fondos destinados a los que más lo necesitan. Con motivo de la velada celebrada la noche del pasado viernes, Mónaco se vistió de largo para celebrar su 70 aniversario . La capital acogió personalidades internacionales encabezados por los «anfitriones de honor»: el Príncipe Alberto II y la Princesa Charlene de Mónaco , que brillaron con luz propia en una noche tan especial para el país.
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Gracias a la alfombra roja previa al evento, se pudieron ver al detalle los estilismos de las invitadas. Entre los que destacó el de la Princesa Charlene, quien lució un vestido largo de escamas superpuestas, en pedrería y en tonos plateados . El vestido evocaba la silueta de una sirena y tenía una gran apertura por ambos lados. La Princesa de Mónaco completó su vestuario con un bolso metalizado, unos pendientes «ear cuff», una pulsera de brillantes y una sombra de ojos en tonos plateados, a conjunto con el vestido.
Una de las invitadas más esperadas fue la modelo checa Adriana Karembeu, quien acudió del brazo de su marido, Aran Ohanianan . El matrimonio está a punto de recibir a su primer hijo, pues la modelo, de 46 años, está casi de nueve meses. Karembeu lució un vestido rojo muy sencillo de manga francesa y totalizó su vestuario con un collar de brillantes y un bolso dorado.
La sala «des Etoiles» del Sporting de Montecarlo fue testigo de la gran celebración. La primera parte de la sala se llenó de miles de rosas rojas y las paredes se decoraron con borlas y candelabros embellecidos con 2.000 dalias carmesí . El Príncipe de Mónaco lució una pajarita roja haciendo así un guiño a la temática de la velada.
Acudieron a la gala grandes artistas como el cantante británico de soul, Seal , el trío de música country MamaDear y la banda Mack Mackenzie, que cantaron versiones de algunos de los mejores temas de Frank Sinatra y Bobi Darin . Los Príncipes fueron los primeros en salir a la pista de baile, donde demostraron la complicidad y compenetración que existe entre ambos. Tras ellos, se unieron el resto de comensales, que habían pagado 1.200 euros para poder asistir al evento.
Aunque el acto central fue el baile, la organización también realizó una exposición en la que a través de videos, fotos y obras artísticas se rememoraba las siete décadas de labor de todos los voluntarios de la organización, detacando a la princesas Grace y Charlene.
Este acto también ha supuesto la vuelta a la vida pública del Príncipe Alberto II , quien tras un estado de fatiga y por prescripción médica, se había visto obligado a abandonar su agenda oficial.
