Adara Molinero se confiesa sobre sus operaciones estéticas: «Una auténtica carnicería»

Adara Molinero es otro de los rostros de Mediaset que se ha unido al proyecto de Mtmad, plataforma en la que famosos e «influencers» de diversa índole graban vídeos caseros en los que abordan distintos aspectos sobre su vida privada. La ganadora de la última edición de «Gran Hermano Vip», que utilizó esta plataforma recientemente para contestar algunas preguntas sobre su ruptura con Gianmarco Onestini , pasa página y aborda un tema bien distinto.

Alentada por las constantes preguntas de sus seguidores, interesados en conocer si la ex de Hugo Sierra se ha sometido a alguna operación estética, esta ha confesado todos los retoques que se ha practicado. Reconoce que se ha inyectado bótox en la frente para «parar las arruguitas». También ha sucumbido a un tratamiento cuyo objetivo es disminuir las ojeras, con el que dice estar encantada: «Es algo increíble, como si hubierais dormido tres meses seguidos».

La pregunta del millón, y por la que más se han interesado sus fans, es si se ha retocado los labios, una de las señas de identidad de la televisiva. No obstante, asegura no haberse tocado esta parte del cuerpo, aunque sí reconoce que le gusta potenciarla poniéndose colores fuertes y llamativos de pintalabios.

Adara pasó por quirófano para someterse a un aumento de pecho , aunque dice no estar del todo contenta con el resultado por considerar que le pusieron demasiado: «Me operé el pecho. Tengo que deciros que le pedí al cirujano que me pusiera poco, porque a mí me gusta el pecho muy pequeño. Las tallas 85 B o C, muy finas a mi modo de ver». No obstante, no consiguió que quedara a su gusto: «Sinceramente me las veo enormes, pero no pasa nada. He pensado muchísimas veces en quitarme, porque me veo demasiadas y no me gusta. ¿Que si lo voy a hacer? Probablemente sí, me volveré a operar y me dejaré el pecho pequeño».

Además del tamaño, Adara no tuvo una buena experiencia con el cirujano que eligió para operarse. «En el (pecho) izquierdo tengo poquita sensibilidad. La cicatriz me la dejaron como una auténtica carnicería ». También recuerda que necesitó durante días los cuidados de su madre: «Me tenía que bañar ella, curar ella. Fue tremendo».