Veinticinco días sin Alberto y Joaquín: los cuerpos siguen sepultados en el vertedero de Zaldívar
Las familias reconocen su «impotencia» ante la falta de novedades en la búsqueda
La impotencia se apodera de las familias de Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán mientras prosiguen, por el momento sin éxito, las labores de búsqueda de sus cuerpos, que quedaron sepultados por toneladas de escombros y residuos en Zaldívar (Vizcaya). Han pasado ya 25 días desde que ocurrió el desastre, pero los problemas que han derivado de la mala gestión en el vertedero han impedido que los operarios encargados del rescate puedan alcanzar a los desaparecidos.
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Con la esperanza de sacarlos con vida de los escombros, los servicios de emergencia trabajaron de forma ininterrumpida en las horas posteriores al desastre. Incluso cuando fueron conscientes de que entre los restos había importantes cantidades de amianto , un mineral que el vertedero gestionaba con el conocimiento de la administración vasca. La peligrosidad de los tóxicos, unido al mal tiempo y la inestabilidad del terreno, obligaron a paralizar en repetidas ocasiones la búsqueda.
«No lo tienen fácil», reconocía en declaraciones a ABC Raúl B., jefe de subgrupo de la Unidad de Guías Caninos de la Jefatura Superior de Policía del País Vasco, quien apuntaba que no existen precedentes en España de un caso como este. «Han caído toneladas de material, y si hay amianto y combustiones el proceso es muy lento », destacó.
Las labores de búsqueda de los cuerpos de Alberto y Joaquín continuaban ayer con el rastreo y cribado de las tierras. Según informó el servicio de emergencias del Gobierno vasco, los trabajos se centran en una zona denominada B4, que es una de las cuatro áreas del desprendimiento en las que se sospecha que pudieran estar sepultados los trabajadores del vertedero.
Fue precisamente en la B4, más «estable geológicamente» , donde apareció el coche de Joaquín Beltrán.
Nueva pala de rastreo
En todo caso, los trabajos no se han detenido. La reunión técnica que ha tenido lugar este lunes en Bilbao, que ha sido presidida por el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga , ha acordado incorporar una nueva pala de rastreo especial para remover y cribar la tierra con mayor intensidad.
Esta semana se espera además que la administración vasca coordine con Interbiak, la sociedad que gestiona las autopistas, una ventana de intervención para poder extraer material de la zona de búsqueda B3. Paralelamente se está avanzando en la zona de estabilización del derrumbe con la incorporación de maquinaria nueva y se está acondicionando un espacio de acopio temporal de residuos en la B4.
Crece el nerviosismo
La falta de novedades sustanciales en la búsqueda de los trabajadores hace mella en las familias, que se preguntan cómo es posible que, tres semanas después del desastre, los cuerpos sigan desaparecidos. A través de las redes sociales, los allegados reconocen su «impotencia» ante lo que consideran toda una «chapuza».
Por el momento, sin embargo, prefieren ni posicionarse públicamente sobre lo acontecido. Consultado por ABC, tampoco el abogado y portavoz de la familia Sololuce, Bernardo Sebastián, incidía en que el caso se encuentra todavía bajo secreto, y alegó que no ofrecerán declaraciones hasta que se encuentren los cuerpos.