Urkullu muestra su disposición «absoluta» a garantizar la gobernabilidad en España
El lendakari reclama una respuesta realista al «problema de la territorialidad»
El presidente del Gobierno vasco, Iñigo Urkullu , ha mostrado hoy una disposición «absoluta» a garantizar la gobernabilidad en Madrid para «ofrecer respuestas a los retos» del país. De las declaraciones del lendakari se deduce que el Ejecutivo, sustentado por PNV y PSE, no pondrá obstáculos a la investidura de Pedro Sánchez , aunque tampoco regalará su apoyo. Los nacionalistas insistirán en el traspaso de las competencias que el PSOE aceptó negociar el pasado año, pero el lendakari espera también que el nuevo Gobierno dé una respuesta realista al «problema de la territorialidad» en España.
«No hay tiempo que perder para garantizar la gobernabilidad y ofrecer respuestas a los retos económicos, sociales, territoriales y políticos», ha declarado Urkullu en el pleno de control que se celebra este viernes en el Parlamento vasco. Al margen de las competencias pendientes de transferir, entre ellas la gestión de las prisiones, el lendakari pide que se dé un impulso a la economía productiva y a la industria, así como a la inversión en infraestructuras —siguen en marcha las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) vasco—.
El dirigente nacionalista ha puesto en valor la voluntad con la que han llevado a cabo la negociación PSOE y Unidas Podemos, que bajo su punto de vista dejan entrever un «cambio en positivo de la actitud política» . Hará falta esa «altura de miras», ha dicho, para hacer frente a «un escenario económico, social y político de máxima complejidad» que engloba también «el problema de la territorialidad en el Estado». «Espero que el primer acuerdo sea capaz de integrar las sensibilidades suficientes », ha manifestado.
Cordón sanitario a Vox
En el nuevo escenario político que se ha abierto en el Congreso de los Diputados, la mayor de las sombras que percibe Iñigo Urkullu es la de Vox, la formación de Santiago Abascal , contra la que ha propuesto tejer un «cordón sanitario». En este sentido, ha reiterado que este partido supone una «amenaza muy seria» hacia el autogobierno vasco. El propio Abascal llegó a manifestar durante la campaña su intención de ilegalizar a los partidos nacionalistas.
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