Ropa inteligente capaz de ver, escuchar y analizar
Ingenieros y diseñadores exploran las posibilidades que ofrece el uso de la tecnología en las prendas de vestir
A sus 12 años, Berni González de Zárate sufrió un accidente que estuvo cerca de costarle la vida. «Estaba nadando en un lago de Álava y sufrí un calambre —explica—. Entré en pánico, y comencé a tragar agua sin parar». Una dura experiencia que el ahora profesor en la universidad Cesine supo canalizar para desarrollar una tecnología destinada a ayudar a las personas que se hallen en situación de peligro. Dichas herramientas estarán integradas en la propia ropa, apunta el joven, que se muestra confiado en que los tejidos inteligentes serán capaces de facilitar la vida al conjunto de la sociedad, en especial a los colectivos más desprotegidos.
La idea se hallaba en la cabeza de González desde hacía muchos años, pero para ponerla en práctica necesitaba unas herramientas que le eran inaccesibles. La oportunidad surgió en 2015, cuando la escuela de diseño Parsons de Nueva York le ofreció la posibilidad de desarrollar un prototipo de sus tejidos inteligentes. De esta forma surgió el proyecto «Fugus» , que es la palabra para referirse a los peces globo en Japón.
«De la misma manera que el pez se infla cuando está en peligro, diseñé una prenda con un mecanismo que hace que se infle y flote hasta la superficie », declara a este periódico su creador. La prenda, además, incorpora una caja estanca con tecnología GPS para determinar su ubicación exacta, lo que facilitará a las autoridades hallar a náufragos o a personas que sean arrastradas por la corriente en la playa.
Proyecto multidisciplinar
Fue la primera piedra de «The Weareable Factory Projetc» , ideado por González para que las prendas sean capaces de «ver, escuchar y analizar» todo lo que rodea a las personas». Un proyecto de investigación que ha presentado estos días en el centro comercial Max Center de Baracaldo en el marco del «Fashion Tech», el evento de diseño, moda y nuevas tecnologías en el que también participaron otros especialistas del sector como Peio Durán o Eder Aurre.
Tal y como explica el propio González, no estuvo solo a la hora de poner en práctica su idea, que despertó el interés de Elisa Martín Garijo, directora de Tecnología e Innovación de IBM. Una compañía que no solo le proporcionó financiación, sino que también le facilitó un programa de inteligencia artificial necesario para hacer uso de la tecnología dentro del textil. Amparado por la empresa estadounidense, el joven impulsó un proyecto multidisciplinar en el que aunó a sus estudiantes de diseño de la universidad de Cesine, a los de diseño industria de Deusto y a los ingenieros informáticos de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
Oportunidades
Las opciones, relata Berni González, son inagotables. El equipo de universitarios ha ideado ya diversas prendas para ayudar a los más desprotegidos, como los ciegos, a los que su ropa inteligente les avisará de los peligros que pueda haber a su alrededor e incluso de si un semáforo está verde o rojo. Otro grupo de jóvenes ha desarrollado una prenda destinada a que los autistas puedan expresar emociones y sentimientos mediante una pantalla LED.
Los tejidos inteligentes ayudarán incluso a personas que se encuentren en una situación de indefensión en la calle, pues serán capaces de pedir ayuda a la Policía mediante un dispositivo que se activa al decir palabras clave como «fuego cruzado».
«Nuestro objetivo era crear un equipo de diseñadores éticos que intenten ayudar a otras personas», subraya González, que informa que en estos tres años de trabajo ha logrado recaudar cerca de 18.000 euros gracias al apoyo de IBM y de instituciones como el Ayuntamiento de Bilbao. Falta mucho trabajo por delante, pero el profesor de Cesine se muestra confiado en que en un futuro la sociedad perderá el miedo a este tipo de tecnologías y se sumergirá en la ola de las prendas inteligentes. Un paso más, apunta en el camino hacia las «smart cities».
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