La memoria de Miguel Ángel Blanco
Se cumple el 23 aniversario del asesinato del exconcejal del PP de Ermua a manos de ETA
La vida de Miguel Ángel Blanco comenzó a apagarse un 12 de julio como el de hoy, hace ya 23 años. El sanguinario etarra Francisco Javier García Gaztelu, más conocido como «Txapote», disparó dos veces a la cabeza del que fuera concejal de Ermua cuando este se encontraba de rodillas y con las manos atadas a la espalda. Fue el trágico final de un secuestro que quedó forjado en la memoria de millones españoles. La mayoría, de hecho, recuerda al detalle dónde se encontraba cuando recibió la noticia. En el caso de Cristina Cuesta , directora de la fundación Miguel Ángel Blanco, la arrolló en las medianías de la Iglesia del Buen Pastor, en San Sebastián: «Algunos ciudadanos comenzaron a cantar el “Gure Aita” -Padre Nuestro en euskera-. Aún me estremezco».
Son muchas las ciudades que han organizado estos días homenajes a la figura de Blanco. Cuesta celebra que se llevarán a cabo más de 40 actos por toda España «a pesar de las circunstancias de la pandemia». La Fundación realizará el suyo propio este lunes en Madrid, en el que intervendrá también su presidenta y hermana de la víctima, Marimar Blanco.
El aniversario del cobarde crimen del edil popular llega este año teñido de una cierta amargura por los episodios de violencia que se han sucedido en los últimos días en el marco de la campaña vasca. Entre ellos se encuentra la pintada que desconocidos realizaron la madrugada del jueves en el panteón del líder socialista Fernando Buesa , asesinado por ETA en el 2.000. Otras familias de víctimas tuvieron que atravesar en el pasado trances como este. Sin ir más lejos, este febrero fue atacada la placa en memoria de Gregorio Ordóñez en San Sebastián. Apenas días después los radicales hicieron lo propio con la plancha de Saturnino Sota en Vitoria.
«Es un gesto de impiedad y crueldad para las víctimas, me parece terrible que pueda haber personas de este calibre», advierte Cristina Cuesta, hija de otra víctima de ETA, el que fuera delegado de Telefónica en San Sebastián Enrique Cuesta. En este sentido, denuncia que los familiares de los fallecidos tienen que hacer un nuevo esfuerzo, «a veces inhumano», para superar este tipo de ataques. «Pero hemos respondido siempre dentro de la Ley», subraya.
La memoria, apunta Cuesta, «es frágil», y aunque la banda terrorista haya cesado su actividad, «todavía quedan muchas cosas pendientes». A juicio de la directora de la Fundación Miguel Ángel Blanco existe un «riesgo de legitimación continua» que hace más necesario que nunca «reivindicar» la memoria y los valores de ese «Espíritu de Ermua» que brotó tras el asesinato de Blanco y que en los últimos años «ha sufrido un retroceso evidente».
«Hay un blanqueamiento del terrorismo por parte de algunos partidos que aún hoy no han repudiado los crímenes de ETA, una insoportable concatenación de homenajes y exaltación de criminales, más de 300 casos sin resolver… Y sobre todo, una parte de la juventud muy proclive a justificar, a relativizar todo lo que ha supuesto la organización terrorista. Pueden caer otra vez en la tentación de utilizar la violencia»,apunta.
Carta a los jóvenes
Esta es precisamente la razón por la que la Fundación Miguel Ángel Blanco emitió esta semana una carta abierta dirigida a los jóvenes, a los que explica que «algo cambió» a raíz del asesinato del edil. «La reacción de la sociedad lideró la repulsa ante este atentado, como todos los demás, abominable -reza la misiva-. Su rostro, la foto de un inocente sometido a tortura , y la denuncia de esta barbarie, de esta cuenta atrás, de esta muerte anunciada, sacudió las conciencias».
En palabras de Cuesta, la razón por la que es necesaria esta carta a los jóvenes radica en un dato esclarecedor: casi el 50% de los universitarios vascos desconocen quién fue el exconcejal del PP. Una «laguna bochornosa», asevera, que se debe a la falta de labor pedagógica. «Ha habido un plan del Gobierno vasco liderado por Jonan Fernández -secretario general de Derechos Humanos- para neutralizar el yihadismo pero no se hablaba de ETA», lamenta.
Noticias relacionadas