El marido de Koldo Losada: «Nunca he pensado, ni he planificado ni se me ha ocurrido matarle»

El presunto asesino del actor vasco se aferra a que no recuerda nada en la víspera de que el jurado empiece a deliberar

Ezkurdia toma notas en presencia de su abogada EFE

PABLO PAZOS

« Nunca, nunca, nunca, nunca he pensado, ni he planificado ni se me ha ocurrido matarle . Porque no tenía ningún motivo. Era mi pareja, era mi media naranja, como se suele decir normalmente. Ahora estoy solo, me falta como media parte de mi persona». Jon Ezkurdia, marido y acusado de la muerte vasco Koldo Losada , ocurrida en Bilbao el 19 de noviembre de 2014, ha tomado este mediodía la palabra por última vez antes de que, mañana, el jurado comience a deliberar para emitir un veredicto.

El alegato de Ezkurdia, a quien previamente se pudo ver tomando notas, ha puesto el punto final a la séptima jornada del juicio oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Vizcaya , y en la que las partes han elevado a definitivas sus conclusiones antes de proceder a presentar al jurado -cinco hombres y cuatro mujeres- sus informes. Pero el momento más esperado era la intervención del presunto asesino ; la segunda tras su declaración en el arranque de la vista, el lunes de la semana pasada.

«Llevamos siete días juntos aquí escuchando un montón de cosas en las que me veo totalmente implicado. Hablamos de un asesinato, de la muerte de una persona que fue hace un año y tres meses. Me lo comunican dos o tres días después, no me acuerdo muy bien. Sufro un shock traumático del cual todavía estoy tratándome », ha comenzado Ezkurdia su exposición.

Como ha hecho en todo momento, ha insistido en que no recuerda absolutamente nada de los hechos : «De ese día como he dicho y reiterado me acuerdo solamente de verle a Koldo, mi última visión es verle con el ordenador . Pensé que estaría con sus clases de inglés. El siguiente recuerdo que tengo es una ambulancia con una chica joven sonriéndome. De repente estaba en un coche, que pensaba que era un taxi, y era un coche de la Ertzaintza».

«En mi fuero interno, lo dije el otro día también, estoy convencido de no he matado a mi marido», ha añadido. En este momento ha tenido que hacer una pausa y a partir de entonces le ha costado un mayor esfuerzo articular sus palabras. « Ha habido gente que ha dicho cosas muy malas sobre mí. Yo les digo que no son ciertas . Pueden creerlo o no creerlo. Amaba a mi marido como él me amaba a mí, de hecho llevábamos una relación de 24 años como pareja, 3 años anteriores viviendo conjuntamente sin ser pareja, hace 2 o 3 años nos casamos. Nuestra relación era una relación típica, normal, un día bueno, un dia malo, una semana buena, una temporada mala».

«Si aquí se esclarece algo de alguna manera, y apunta a que yo pueda ser el ejecutor de ese acto, de verdad, de corazón, con todo mi ser quiero pedir por todo el daño que he hecho, por todo el sufrimiento que he producido y sobre todo a él, porque ya no está y no volverá a estar conmigo», ha incidido al final de su alocución, en una línea similar a la del inicio del juicio. « Era mi mejor amigo, mi compañero, era mi cómplice, y ahora estoy solo ». Por último, ha añadido: «Estoy seguro de que no le hice daño».

Ministerio Fiscal

La fiscal ha comenzado la exposición de su informe trasladando al jurado su «firme e íntima convicción» de que Ezkurdia asesinó a su marido con alevosía «porque las pruebas así lo dicen», por lo que pide una pena de 20 años de cárcel. «Que el acusado es la persona que mató a Koldo Losada lo demuestran las pruebas», ha subrayado, antes de desgranar con profusión lo expuesto por testigos y peritos durante las siete jornadas de la vista.

Koldo, ha sostenido, fue «atacado por sorpresa, agredido por una persona en la que confiaba plenamente , y en ningún momento pudo defenderse». De ahí que considere que la pena debe corresponder a un asesinato, y no a un homicidio. Para la fiscal, ha quedado acreditado que tanto Losada como el perro de la pareja, Gastón, ya habían muerto cuando el transportista llega a la vivienda a las 15.15 para recoger los objetos de Ezkurdia hace llegar a una amiga. Entre otros, la escultura con forma de pie que podría haber servido como arma del crimen.

Sobre las cuatro sustancias sedantes e hipnóticas que aparecieron en el organismo del actor, para la fiscal «se las da el acusado». Acción que podría remontarse a dos días atrás, cuando Losada se siente mal presumiblemente por tomar unas pechugas en mal estado. Sus hermanos afirmaron que parecía que le había dado un «ictus». La fiscal incluso ha afirmado que « todo apunta» a que Ezkurdia «quería deshacerse del cuerpo» de su marido como supuestamente hizo con el perro -apareció en un contenedor junto a dos cojines de sofá ensangrentados-, pero desistió porque «no es tan fácil» tirar a «una persona de 80 kilos» como a un perro.

En cambio, rechaza que el acusado estuviera bajo los efectos de una «intoxicación etílica» y padeciera agujeros en su memoria, lo que se conoce como un «blackout», tal y como expusieron las psiquiatras forenses. «No se dejen engañar», ha advertido a los miembros del jurado al respecto. También ha afirmado que no le «sirve» que Ezkurdia hubiera pedido perdón en la primera jornada del juicio, pues ese perdón debe comenzar con un «arrepentimiento» y la asunción de los hechos.

« De ustedes depende que se haga justicia y la muerte de una persona no quede sin castigo », ha apelado al jurado. Castigo, ha subrayado, que debe ser, ni más ni menos, «el que establece la ley».

Acusación particular

Especialmente dura ha sido la abogada de la acusación particular, quien ha llamado la atención sobre la «frialdad» de Ezkurdia y ha rechazado su argumento de que no recuerda nada. Admitirlo, ha afirmado, conllevaría que «las prisiones estarían prácticamente vacías», pues «la mayoría de los delincuentes mienten. Este señor nos ha mentido. A todos», ha remachado. Por ejemplo, con su supuesta enfermadad terminal. « Y aquí está, vivito y coleando ».

Para la acusación particular no cabe duda de que tenemos a un asesino confeso y que lo de menos es el móvil del crimen. «¿Le explotaron las mentiras en las manos? No lo sabemos. Lo importante es que tenemos a Koldo Muerto. El móvil se irá con este señor a la tumba », ha apostillado en alusión a Ezkurdia.

«He quedado totalmente convencida del asesinato», ha insistido la letrada, quien ha criticado que el acusado «ha tenido el tupé de haber pedido la pensión de viudedad». Y ha concluido: «Tienen ustedes a un criminal frío, que no ha mostrado el menor atisbo de culpabilidad y arrepentimiento en ningún momento. Que les ha estado a ustedes engañando durante todo el juicio con una cadena de mentiras , nada más. No contento con matar a su marido, con absoluta frialdad, va a un cajero y saca dinero de la cuenta de su marido y sus hermanos. Sencillamente, me van a perdonar, pero a mi juicio: repugnante. No sé si se cabe más perversidad. Les pido que lo juzguen ustedes», ha indicado al jurado.

Defensa

La abogada de Ezkurdia ha planteado un doble escenario para su cliente: o bien su absolución, si el jurado entiende que su cliente es inimputable, al encontrase supuestamente en tal estado de intoxicación que no fue consciente de sus actos; o bien una pena de dos a cinco años de cárcel por un homicidio con dicho atenuante. En su exposición final, en la que ha invertido casi una hora y media, ha afirmado que su cliente «quiere saber si de verdad hizo» lo que indica la acusación, pues no quiere «escudarse» ni «hacer trampa».

Por su parte, ha subrayado que su intención no ha sido la de jugar con el juicio ni lo sucedido, como tampoco retorcer los hechos para favorecer al defendido. «No tengan nindunga duda», ha indicado al jurado, «de que los más interesados en saber qué pasó, de verdad, somos nosotros . Otra cosa es que no nos defendamos».

A partir de ahí, ha dedicado su alocución a intentar desmontar las afirmaciones de las acusaciones y exponer su argumento: que no ha quedado acreditado buena parte de lo que la otra parte considera acreditado. « Aquí parece que hay que hacer elucubraciones. Parece una película. Esto es un juicio, la realidad », ha reprochado.

Así, ha ido atacando diversos aspectos de lo argumentado por las acusaciones : que Ezkurdia adormeció a Losada para matarle, que su situación financiera era desastrosa, la falta de móvil, la ausencia del arma del crimen, que se haya dejado a un lado la acusación de haber matado al perro, las discrepancias en las horas de las cámaras de vídeovigilancia, que los ertzainas pasaran por alto elementos en la investigación o no recabaran determinadas pruebas...

En la recta final de su exposición ha indicado que ella también tiene su teoría , igual de válida que la expuesta por la acusación: Ezkurdia regresa al piso, ve al perro muerto -el fular anudado al cuello del animal solo tenía huellas de Losada- y se inicia una discusión en la que golpea al actor, «porque ya había estado bebiendo».

Además de reprochar que se sembraran dudas sobre el psiquiatra que elaboró un informe sobre Ezkurdia a petición de los familiares de éste, ha apuntado que a la fiscal le «traiciona el subconsciente», pues durante el juicio siempre ha afirmado que el acusado «mató», empleando esa palabra, a Losada, pese a pedir 20 años por asesinato. Y ha concluido pidiendo a los miembros del jurado que sean «justos» y no se dejen «influir por juicios paralelos» .

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