La fiscal descarta que el niño que se suicidó en Eibar fuese víctima de acoso escolar
La Ertzaintza no ha sido capaz de encontrar ninguna prueba que sostenga que el joven, de 12 años fuera «objeto de agresiones, mofas o trato vejatorio»
Un niño de 12 años se suicidó a principios de noviembre en la localidad guipuzcoana de Eibar. El chico, estudiante del instituto de secundaria Mogel Isasi, se precipitó al vació desde la ventana de su casa. Como despedida, dejó escrita una nota en la que anotó los nombres de tres menores . El escenario incitó a las autoridades a sospechar que la víctima decidió poner fin a su vida como respuesta a los abusos físicos o psicológicos que, a priori, sufría en el centro. Sin embargo, la Fiscalía archivó ayer el caso tras concluir que no existen indicios que confirmen tales sospechas.
El abuso escolar es un tema sensible para la administración vasca, que estudia con celo cualquier indicio de agresión o marginación en los centros . Por ello, la Ertzaintza se apresuró a esclarecer si la decisión del joven armero fue consecuencia del acoso de sus compañeros o de otros menores de su círculo. Sin embargo, según relata El Diario Vasco, la Policía no ha sido capaz de encontrar ninguna prueba que lo atestigüe : ni grabaciones, ni fotografías, ni mensajes ofensivos. Nadie confesó haber visto al pequeño maltratado por otras personas.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 2 noviembre en el domicilio familiar del fallecido, situado en la calle de Urkizu. Una vez se quedó solo, se arrojó por la ventana . Los esfuerzos de las autoridades sanitarias fueron estériles dada la gravedad de sus heridas. En su casa, los agentes de la Policía autonómica hallaron una nota en la que el joven había escrito el nombre y los apellidos de tres menores de edad, a los que, supuestamente, les atribuía la culpa de su suicidio . Uno de ellos era compañero del club de balonmano en el que jugaba, pero tampoco los integrantes del equipo fueron capaces de ofrecer más pistas sobre la investigación.
Finalmente, un portavoz del Departamento de Educación del Gobierno vasco descartó la posibilidad de que el niño fuera «objeto de agresiones, mofas o trato vejatorio» por parte de otros menores en los entrenamientos o en la fase de competición. Ante la ausencia de pruebas, la fiscal, Mercedes Bautista , ha dado por finalizada la investigación, y ha archivado las diligencias que se incoaron.
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