Así torturaban 'el Samuelillo' y su banda a los narcos: cuchilladas, abrasiones con soplete y roturas de huesos
Detenidos 13 miembros de la red criminal, que atormentaban a sus víctimas para que 'cantaran'
Caen Samuelillo y su banda de aluniceros: tiroteó al amante de su novia y robó 35 coches y 50 tiendas
«Son unos hijos del diablo. Se pensaban que eran unos Toretes o unos Vaquillas. Se creían por encima del bien y del mal». Así definen los investigadores, de manera apresurada pero nada exagerada, el perfil del sindicato del crimen que estaba sembrando el miedo entre otros delincuentes de Madrid y Toledo en los últimos meses. Tienen nombres propios en el mundo del hampa y un historial delictivo que supera el centenar de reseñas policiales, pese a su temprana edad. Se dedicaban al alunizaje, el robo con fuerza por excelencia y donde mamaron su adicción al crimen. Pero pasaron a secuestrar y torturar, en el sentido literal de la palabra, a narcotraficantes para desplumarlos y robarles los alijos de drogas.
El Grupo XXI de Policía Judicial de Madrid, en colaboración con la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo y los servicios centrales de ambos Cuerpos, ha desbaratado esta organización criminal. Entre ellos, se encontraba Samuel Escudero de la Rosa, español como todos y de 30 años, conocido como ‘Samuelillo’.
El pasado 30 de enero, ABC informaba de que había sido detenido por intentar asesinar al amante de su novia mientras éste se cortaba el cabello en una peluquería de Villaverde. Lo disparó en la cabeza aunque al final le destrozó una pierna, por lo que pesaba sobre él una orden judicial de ingreso en prisión por ese intento de homicidio.
'Samuelillo' es un personaje tan excéntrico como agresivo. ´Trabajó' la calle con el conocido 'Goyito' mientras buscaba novia por Badoo o se grababa a 240 kilómetros por hora tras robar de un bar 4.000 euros en tabaco.
Cuatro, en prisión provisional
Otro de su 'juntiña' es el no menos peligroso Manuel Díaz Menasalvas, de 25 años y ahora en prisión. Con más de 110 reseñas policiales, fue arrestado por robar 2.500 móviles, valorados en 2,5 millones de euros, en plena campaña de compras de Navidad y rebajas.
El ejército de 'Samuelillo' lo completaba gente como Lisardo García García y Damián Ruiz González. También los gemelos José y Óscar Villar Benito, miembros del clan de los Marrones y residentes en la urbanización Calypo Fado, en el pueblo toledano de Casarrubios del Monte, a un tiro de piedra de la Comunidad de Madrid por la A-5.
En esta última ocasión, a ‘Samuelillo’ se le ha investigado en el marco de la Operación Albato y sigue en prisión. A la cárcel, al menos de manera preventiva, han ido también sus principales compinches. Uno de ellos es Juan José de los Reyes, alias ‘Pepe’, de 22 años, con 21 reseñas por robos con fuerza, de vehículos, atracos, tenencia de armas, detención ilegal, malos tratos y atentado a agente de la autoridad, entre otros. Fue uno de los que participó en agosto pasado en el asalto a una joyería del centro comercial La Gavia, en Villa de Vallecas.
Antecedentes por homicidios
El tercero que ya está entre rejas es José Cruz Saavedra, que esta semana cumple los 25 años. Con 14 antecedentes, uno por un homicidio en 2017, vivía con ‘Pepe’ en un bloque de pisos de Casarrubios del Monte, en el número 5 de la calle Eras de la Cruz, ya que Díaz Menasalvas y su novia estaban de okupas en este pueblo de 6.000 habitantes.
Sobre las seis de la mañana del pasado 1 de febrero, José Cruz y ‘Pepe’ se arrojaron por una ventana de su vivienda, en la segunda planta, cuando numerosos guardias civiles iban a arrestarlos. Quizá, los dos jóvenes reaccionaron así porque creyeron que los agentes eran delincuentes que iban a robarlos o secuestrarlos. Debido a las lesiones, ingresaron en el Hospital Universitario de Toledo, donde uno de ellos llegó a estar en la UVI.
El cuarto es Rafael Francisco Hornero Cruz, alias ‘el Niño’ o “Rafita’, quien acabó con la cara destrozada en la UVI tras defenestrarse con su amigo José Cruz. ‘Rafita’, de 37 años, tiene un historial de 54 apuntes policiales de lo más variado, entre ellos homicidio doloso. No en vano, en 2010 ya participó con dos policías locales de Villanueva de la Cañada en violentos asaltos y secuestros a camioneros, hechos por los que fue juzgado. Los liberaban en la urbanización Calypo Fado.
Hay otro sujeto muy peligroso en este clan, pero que no ha entrado aún en prisión tras su última detención: Francisco Maya, más conocido como ‘el Gordo Maya’, cuenta, entre otros antecedentes, con el apuñalamiento a un conductor en noviembre de 2020 y que fue ampliamente difundido en vídeo, pues lo hizo en plena carretera ante numerosos testigos.
Disfrazados de policías
Como matones, la banda de ‘Samuelillo’ ahora se disfrazaba de policías para dar el alto a otros delincuentes. Luego en la calle, en los coches, en las viviendas de las víctimas o incluso en una nave de la provincia de Toledo, según la Policía, les propinaban palizas bestiales para obtener dinero o hacerles 'vuelcos' (robos de droga). «No eran dos o tres puñetazos, eran cientos de golpes; les rompían los huesos, los acuchillaban, como unas bestias», precisan fuentes del caso, que destacan cómo llegaban a abrasarles el cuerpo con sopletes, hasta provocarles quemaduras en primer grado. De esta manera tan violenta conseguían que cada uno pagara a partir de 50.000 euros. Hay al menos seis casos documentados.
En realidad, eran brutales secuestros exprés y exigían a los grupos criminales de los retenidos dinero y sustancias a cambio de su libertad y dejarlos con vida. Eran palabras mayores.
La investigación, de hecho, comenzó tras uno de estos casos en la zona sur de Madrid (instruyen juzgados de Móstoles, Navalcarnero, Torrelaguna y Talavera de la Reina, en Toledo). Ocurrió el pasado verano. Primero, robaban coches de alta gama, hasta ocho, y los despiezaban en una nave de Santa Olalla, junto a la A-5 y a 45 kilómetros de Casarrubios. Los ‘maquillaban’ y así salían con ellos a cometer los secuestros.
El gran escollo para los agentes ha sido investigar unos delitos que eran muy difícil que fueran denunciados, tanto por el perfil de las víctimas (también delincuentes) como por las amenazas que sufrían si lo hacían.
Con las últimas detenciones, practicadas tras atentar contra un empresario, fue desmantelada la organización liderada por ‘Samuelillo’, ‘Pepe’ y José Cruz, a la que atribuyen más de medio centenar de delitos.