Llamada de auxilio contra la dependencia al sexo y compras en el primer centro contra la adicción a nuevas tecnologías
El recurso público dedicado a tratar el enganche al juego y las redes sociales podrá atender a 100 pacientes, menores y mayores de edad, a la semana en el Hospital Gregorio Marañón
Horas frente al ordenador metiendo en una bolsa virtual todos los productos que existen en internet; jornadas enteras con la vista puesta en un teléfono móvil para subir contenido a las redes sociales o cotillear todo lo que suben otros usuarios, a veces desconocidos; ... días sin salir de un salón de juego (virtual o físico) o sin dejar de mantener algún tipo de contacto sexual, ya sea en persona o mediante pornografía. Tratar este tipo de adicciones comportamentales es el objetivo de AdCom Madrid, el primer centro público de España que busca curar a la gente enganchada a las nuevas tecnologías.
El recurso pionero, inaugurado ayer y para el que ya se puede solicitar cita, estará especializado en dependencias que no conllevan el consumo de sustancias pero que implican comportamiento repetitivo y sin control. Por ello, busca abordar de manera integral los problemas de salud mental emergentes que afectan a los más jóvenes y que se han agravado con la pandemia. Así, todos los pacientes con problemas con el juego, el sexo, las compras compulsivas, los videojuegos y las redes sociales serán tratados desde una perspectiva sanitaria y psicosocial en este nuevo centro.
Serán los especialistas del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón quienes, mediante un cribado, evalúen si las personas que acudan tienen riesgo de convertirse en adictas o ya lo son. Posteriormente, en caso de que lo necesiten, se les dividirá en dos grupos para dar una atención diferenciada: menores de entre 12 a 17 años, acompañados de sus padres o tutores, y mayores de edad.
Todos ellos estarán guiados por psiquiatras, un psicólogo experto en adicciones, una enfermera especialista en salud metal y un trabajador social. El equipo multidisciplinar permitirá atender de forma simultánea la adicción y el trastorno mental. «Detrás de una adicción comportamental, sin sustancia, hay habitualmente un trastorno mental: depresión, ansiedad, trastorno por déficit de atención...«, explicó ayer durante la inauguración el jefe del servicio de Psiquiatría del Gregorio Marañón, Francisco Ferre: »Los cuatro elementos que caracterizan una adicción con sustancia también aparecen en estas: abuso, tolerancia, abstinencia y consecuencias«.
Atención directa
Tal y como puso en valor en consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, esta es la primera vez en materia de salud mental que el usuario puede acceder directamente a una prestación altamente especializada y acudir al programa sin necesidad de pasar por un médico de Atención Primaria.
Tras la primera evaluación, al paciente se le ofrecerá un plan individual y/o grupal que incluye seguimiento y tratamiento psiquiátrico y psicoterapia, con el fin de que puedan desarrollar un mejor control de los impulsos implicados en la adicción.
El centro –preparado para acoger a cien pacientes a la semana– se fija, además, el objetivo de la investigación. Se analizará la prevalencia de los trastornos en la población general y la frecuencia con la que aparece otro trastorno mental en estos pacientes, con la posibilidad de que participen en ensayos clínicos. «Más adelante, se financiarán proyectos que aborden mejor la comprensión del fenómeno psicopatológico que representa la adicción comportamental desde la neurociencia, la neuroimagen y la genética», afirmó Escudero. Los problemas asociados a las nuevas tecnologías –a los que a veces no se les da la importancia que merecen ni se califican como adicción– tienen ahora un lugar en el que tratarse.
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