Vuelos de drones en Paracuellos del Jarama agrietan la seguridad de Barajas
La Guardia Civil vigila la presencia de estos aparatos, mientras la base estudia medidas
La Guardia Civil continúa las averiguaciones para identificar al autor del vuelo de un dron que provocó el cierre del espacio aéreo de Madrid por espacio de dos horas. Pese a que el pasado lunes –día en que se detectó el artefacto– los agentes filiaron a varias personas en Paracuellos del Jarama por su posible implicación en el caso, fuentes del Instituto Armado precisaron ayer a este periódico que todavía no tienen la certeza suficiente para determinar quién está detrás del suceso. El aparato, que sobrevoló el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas, provocó el desvío masivo de vuelos, en una jornada caótica a la que sumó la avería del avión de Air Canada, en el aire durante cinco angustiosas horas hasta que el comandante decidió llevar a cabo un aterrizaje de emergencia.
El dispositivo de localización, puesto en marcha por los agentes del Equipo Pegaso –integrados en la Unidad Fiscal y Aeroportuaria de la Comandancia de Madrid–, centra la búsqueda en la localidad de Paracuellos, limítrofe al aeropuerto por su cara este. Las fuentes consultadas apuntan a que no es la primera vez que la Guardia Civil tiene que intervenir para evitar que la presencia de drones en el espacio aéreo de Barajas altere el tráfico de aviones. Una circunstancia que motivó su clausura entre las 12.40 y las 14.40 horas del pasado lunes, después de que dos pilotos notificasen el avistamiento de un dron en la zona norte, por lo que se activó un procedimiento denominado «Rate 0», que impide el despegue y aterrizaje de aviones.
En julio, sin ir más lejos, la Guardia Civil ya denunció al propietario de un dron tras entrar en la zona restringida de forma reiterada sin las autorizaciones ni requisitos de identificación pertinentes que deben tener estar aeronaves no tripuladas, destinadas exclusivamente a actividades deportivas, recreativas, lúdicas –en el caso de las de juguete–, de competición y exhibición. Los vuelos por control remoto están terminantemente prohibidos dentro del espacio aéreo controlado, a excepción de las operaciones realizadas desde infraestructuras destinadas a estos aparatos, siempre que se realicen con los procedimientos de coordinación acordados.
La presencia de drones también está limitada en las zonas reservadas, prohibidas o restringidas a la navegación aérea, así como sobre determinadas instalaciones. La exclusión se extiende, además, a otras áreas urbanas como la Plaza Mayor, donde el sábado por la tarde un estadounidense fue denunciado por la Policía Municipal tras realizar esta práctica desde la terraza de un apartamento turístico.
Sistema «antidrones»
Con el objetivo de impedir futuras invasiones en Barajas, el Ministerio de Transportes, Aena y Enaire estudian la posibilidad de instalar un sistema «antidrones» capaz de detectar, identificar y neutralizar estos aparatos. Los aeropuertos de Heathrow, en Londres; y el Charles de Gaulle, en París, con esos mecanismos, serían los ejemplos a seguir. Su implantación, no obstante, estaría supeditada a las necesidades de la base de Barajas y el presupuesto que se destine a esta posible partida.
La empresa española Thales, encargada del montaje de los dispositivos, ofrece un modelo optrónico de alta precisión para llevar a cabo el seguimiento de las pequeñas naves y determinar, mediante cámaras térmicas, la carga que ostentan y el grado de amenaza que puedan suponer. Así, se podrían derribarlas o tomar el control de las mismas por medio de inhibidores.
Noticias relacionadas