El viaje al futuro del edificio de Los Cubos de la M-30
La renovación del singular inmueble de oficinas de la capital avanza con finales de año en el horizonte
El edificio de Los Cubos, en la conexión de la M-30 con la autovía de Barcelona (A-2), es uno de los elementos urbanos más singulares de cuantos componen el paisaje que rodea a la vía de circunvalación madrileña. Ahora, las grúas y el desmontaje de las diferentes cajas que lo conforman, algunas ya sin cristales y con su esqueleto al aire, revelan a los miles de coches que circulan a su lado la transformación integral que atraviesa. Casi medio siglo después de su construcción, seguirá como espacio de oficinas , pero con un diseño futurista. Si las previsiones no fallan, estará listo para finales de este año.
Los últimos dos años muestran el viaje al futuro del inmueble, ubicado en la calle de Albacete, 5 (distrito de Ciudada Lineal), pero con vistas a la M-30. A medida que el edificio de oficinas cerró y unas enormes lonas publicitarias cubrían sus icónicas formas, el proyecto de reforma superaba los trámites administrativos; Chapman Taylor –el estudio de arquitectura encargado del diseño– ganó el concurso en 2015 y, dos años después, el Ayuntamiento de la capital daba luz verde al plan. Entretanto, Realia vendió la propiedad a Henderson Park, en 2017, por 52 millones de euros .
Transacciones aparte, desde hace ya varias semanas las caras de los cubos han desaparecido , dejando a la vista las nueve plantas con las que cuenta el enorme bloque, cuyos cubos se sobreponen cruzados hasta formar una suerte de tetris de oficinas, con la agitada carretera a sus pies. En total, la reforma transformará 32.000 metros cuadrados, que después de las obras serán 19.300 de superficie hábiles para el alquiler , más otros 4.000 metros repartidos en terrazas a dos alturas.
La reforma de Los Cubos es una prueba más del estado del mercado de oficinas en la capital, cuyos números no paran de crecer. Fuentes del sector explican que la tendencia al alza del año pasado se ha consolidado en el primer trimestre de 2019 y que la contratación se ha disparado un 20 por ciento repecto al ejercicio anterior y más de un 50 en comparación con las cifras de 2017. En ese sentido, según los últimos datos del BNP, ya se ha alquilado una superficie equivalente de 156.861 metros cuadrados .
Mantener el diseño
Así, la transformación se centra en adecuar el histórico edificio a las demandas actuales del mercado, con la premisa de no desvirtuar la imagen primigenia del inmueble. «Es un diseño fresco y dinámico, pero sin perder el original», explican en Chapman Taylor. Algunos de los cambios más reconocibles son las vidrieras de cada uno de los cubos, las terrazas que trufarán las alturas de las cajas y el atrio de la entrada principal, una estructura de vidrio similar a la de la tienda de Apple en la Quinta Avenida de Nueva York. Esta estructura, no obstante, también se reconoce en el rascacielos de Torre Europa , frente al estadio Santiago Bernabéu, tras su reciente rehabilitación.
Lo que no varía es el característico diseño que, en 1974, idearon los arquitectos Michel Andrault, Pierre Perat, Aydin Guvan y Alain Capreu. No se toca en ningún caso ni la docena de cubos que arman el edificio ni las columnas de hormigón que los sostienen.
La obra, sin embargo, se prevé que sea mucho más breve que la inicial. Si entonces tardaron hasta cinco años en construir el edificio de oficinas, entre 1976 y 1981, los promotores de la obra calculan que la reforma esté lista en apenas unos meses, concretamente para finales de este año. Una vez sustituidos los ventanales y adecuado el interior se actuará en todo el entorno, aparcamiento incluido.
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