Valdemingómez y Pinto, las zonas más calientes de metano en Europa
Un mapeo vía satélite ha identificado dos vertederos madrileños que emiten 8.800 kilos por hora de este gas de efecto invernadero
En los últimos meses, dos zonas del mapa español se han teñido de rojo por dos acontecimientos que han llamado la atención de lo más alto, de los observadores a cientos de kilómetros de la superficie terrestre. Allí arriba, los satélites en órbita captaron a principios de octubre la erupción del volcán de La Palma y la lengua incandescente que todavía sigue despierta. Y unos meses antes, en verano, empezaron a vigilar otro fenómeno que tiñó de escarlata una porción de la capital. Los puntos más calientes de emisiones de metano de Europa, según los datos de la misión Sentinel-5P y las imágenes comerciales de GHGSat, están en los vertederos de Valdemingómez (Madrid) y Pinto.
Todo comenzó con un mapeo previo del Sentinel-5P, el satélite de observación terrestre del programa europeo Copérnico, que marcó junto a la ciudad dos ubicaciones, a 18 kilómetros del centro de Madrid y a 9 kilómetros entre sí. Al descubrir esta ‘mancha’ de metano, el equipo de científicos de GHGSat, junto con los del Instituto Holandés de Investigación Espacial SRON, realizó un seguimiento entre el 20 de agosto y el 13 de octubre. Los dos puntos llegaron a expulsar hasta 8.800 kilos de metano por hora, la cifra más alta jamás registrada en el Viejo Continente por la empresa GHGSat, que se dedica a teledetectar las emisiones de gases de efecto invernadero.
La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), confirmó ayer a ABC que sendas zonas calientes coinciden con el Parque Tecnológico de Valdemingómez, el centro de tratamiento de residuos más grande de la región; y la planta de clasificación de envases ligeros de Pinto, otra de las más extensas de España y con una capacidad de absorción anual de 23.000 toneladas de basura procedente de la denominada bolsa amarilla.
Con los primeros datos recogidos, el equipo del GHGSat realizó un seguimiento de las emisiones de metano, llegándose a registrar en Valdemingómez el pico más alto, cercano a los 5.000 kilos por hora. Una «nube a la deriva de gases de efecto invernadero junto a residencias», según ha descrito la ESA. Las causas de las emisiones aún se desconocen, aunque la agencia europea asegura que ha compartido la información con el operador de los vertederos. De acuerdo con la estrategia de la Unión Europea sobre el metano, publicada en octubre de 2020, el 26% de estas emisiones proceden de los desperdicios. Y varios estudios sugieren que al menos un cuarto del calentamiento global provocado por el ser humano es culpa del metano, un gas de efecto invernadero unas 85 veces más potente que el dióxido de carbono durante 20 años.
«El metano se produce en los vertederos cuando la materia orgánica se descompone; es un subproducto inevitable del proceso de descomposición, si bien el gas generado, del cual el 50% aproximadamente es metano, se puede capturar y emplear como recurso», advierten a este periódico desde GHGSat, con la creencia de que la liberación de este gas a la atmósfera a partir de fuentes artificiales causa el 25% del calentamiento global. «El metano tiene un efecto calentador 80 veces mayor que el dióxido de carbono, el cual desaparece de la atmósfera mucho antes. Por ello, reducir las fugas de metano es una de las acciones más prácticas a corto plazo que podemos tomar para frenar el calentamiento global», añaden.
Cuestionados por la situación de Valdemingómez, el Ayuntamiento de Madrid aseguró ayer «no haber recibido comunicación alguna» sobre las mediciones en cuestión, al igual que «tampoco se ha informado al operador de la planta del vertedero». Las mismas fuentes han precisado que el metano «no es un contaminante regulado en las inmisiones para calidad del aire», lo que justifica la ausencia de valores legislados al respecto en la normativa europea y nacional, por «no afectar a la salud de las personas, siendo un gas de efecto invernadero».
El Consistorio ha defendido, además, la reducción del gas en base a la estadística publicada cada año por el Inventario de Emisiones de la ciudad: si en 1999 se emitían 47.665 toneladas, en 2019 la cifra se situaba en 14.324, una bajada del 70%. «La reducción se hace más evidente a partir de 2003, año en el que empieza a aprovecharse energéticamente el biogás generado en el vertedero de Valdemingómez», subrayaban.
Pero Madrid no es la única; hay vertederos por todo el mundo que desprenden metano cerca de poblaciones. En abril, el satélite Hugo de GHGSat registró enormes cantidades del gas en un vertedero de 73 hectáreas ubicado en el sur de Daca, la capital de Bangladesh. La misma organización ha detectado plantas de residuos con altas emisiones de metano a lo largo de América del Norte, Latinoamérica, Europa y Asia.
Noticias relacionadas