Valdemingómez: la solución de todos, menos para Villacís, a las basuras del este

La vicealcaldesa madrileña defiende sus razones: «Hay alternativas, pero es más fácil el atajo de Madrid»

Vista general del vertedero de Alcalá de Henares DE SAN BERNARDO

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Las 230.000 toneladas de residuos de los 31 municipios de la Mancomunidad del este –775.000 habitantes– llevan años rodando por los despachos. En los últimos meses se ha producido un cruce de misivas, ultimátums y batallas políticas de diferentes signos. Cuando se entra en la semana decisiva –en teoría el vertedero de Alcalá se cierra el 27 de diciembre – parece que todos los dedos, menos los de la vicealcaldesa Begoña Villacís , apuntan en la misma dirección: Valdemingómez.

La Mancomunidad del Este tiene la competencia de gestionar los residuos de esos municipios. La preside el alcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez (PSOE). Hace años que saben que el vertedero de Alcal á se iba a colmatar antes de que terminara de construirse la nueva planta de tratamiento de Loeches . De hecho, ya el 8 de marzo de 2018 se cruza una primera carta de la Mancomunidad al Ayuntamiento de Madrid pidiéndole que, de manera transitoria, se puedan llevar los residuos del este a Valdemingómez, la instalación más próxima. El equipo de Gobierno que encabezaba Manuela Carmena , se negó a ello.

Tensión creciente

Desde entonces, la tensión ha ido en aumento a medida que se acercaba la fecha de colmatación del vertedero alcalaíno. En la Mancomunidad justifican el retraso en la obra de Loeches: primero hubo que mejorar el proyecto inicial técnicamente; después, por la larga tramitación de la expropiación. En paralelo al inicio de su construcción, fueron estudiándose posibles alternativas para cuando la instalación de Alcalá se cerrara: desde la planta de Nueva Rendija, a utilizar temporalmente vertederos de obra.

Pero los responsables de la Mancomunidad seguían considerando Valdemingómez como la opción. Por eso, el 30 de julio, pasadas las elecciones municipales y formados los ayuntamientos, volvieron a la carga, solicitando al nuevo concejal de Medio Ambiente de la capital, Borja Carabante , que «evaluara de nuevo la posibilidad de recibir parte de los residuos generados» por los municipios del este.

Comenzó entonces una negociación discreta y continuada entre el Ayuntamiento de Madrid y la Mancomunidad, que a 9 de octubre, según carta del presidente de la Mancomunidad había alcanzado un borrador de acuerdo de colaboración para llevar residuos a Valdemingómez. Ese mismo día, Rodríguez informaba también a la consejera de Medio Ambiente, Paloma Martín, del apoyo de la Mancomunidad al citado borrador.

La votación en pleno

Todo parecía ir viento en popa, pero en el pleno municipal de Madrid del 30 de octubre, la vicealcaldesa Begoña Villacís unió sus votos a Más Madrid y PSOE en contra de que las basuras fueran a Valdemingómez. Un voto en sentido opuesto al que defendió su socio de Gobierno, el PP. Y que atendía a las peticiones de los vecinos que se oponen a recibir más basuras. No sólo los de la zona: también la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos lo rechaza.

La Mancomunidad y la consejería de Medio Ambiente del Gobierno regional seguían buscando un plan B. El 29 de noviembre se produce una nueva reunión a tres bandas, al parecer con acuerdo: la consejera envía una carta ese mismo día al presidente de la Mancomunidad en la que le informa que ha pedido al Ayuntamiento de Madrid que «en un plazo máximo de 48 horas, nos confirmen su disponibilidad para comenzar a recibir residuos a partir del 15 de diciembre en la planta de tratamiento de Valdemingómez, en los términos negociados por todas las administraciones implicadas».

Pero doce días después , el «ultimátum» de la consejera no había recibido contestación , como ella misma reconoce en otra misiva de 12 de diciembre. Le insiste Paloma Martín, a la vista de los hechos, en que busque alternativas. El presidente de la Mancomunidad intentó una salida: enviar temporalmente las basuras al vertedero de Toledo. Pero tanto el presidente de la diputación toledana como la alcaldesa de este municipio lo rechazaron.

Javier Rodríguez, de nuevo por carta a la consejera de Medio Ambiente del 16 de diciembre, la instaba a «ordenar al Ayuntamiento de Madrid que reciba los residuos ». Y este fin de semana volvía a la carga: «Solo existe una alternativa, Valdemingómez, o una situación de emergencia con la basura que se quede en la calle». Pero en la consejería insisten en que «no se puede obligar; la decisión debe tomarse en base a criterios técnicos».

«Hay alternativas, pero es más fácil el atajo de Madrid», dice la vicealcaldesa Begoña Villacís

La vicealcaldesa Begoña Villacís acusa al presidente de la Mancomunidad, Javier Rodríguez, de no haber hecho los deberes. «Hace siete meses podía haber iniciado el procedimiento de diferenciar basuras, pero ni eso». Niega ser desleal al Gobierno local porque «yo soy el Gobierno».

Recuerda a Almeida que «hay un compromiso de pleno de no llevar más basura a Valdemingómez.

Cree que la decisión que se adopte «es crucial para la que se tome con las otras dos mancomunidades de la región». E insiste: «La lección va a ser: si no gestionas, Madrid se hace cargo. Y eso es un mal mensaje». Sobre todo porque «hay alternativas; pero es más fácil tomar el atajo de Madrid».

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