Estrategia del PSOE para ganar tiempo y enviar la basura a Toledo

El silencio del Ayuntamiento de Madrid sobre trasladar los residuos del Este a Valdemingómez abre otras opciones

El vertedero de Alcalá de Henares, en una imagen de archivo DE SAN BERNARDO

Cris de Quiroga

Las calles de los 31 municipios de la Mancomunidad del Este podrían estar desbordadas de basura estas Navidades. A partir de la próxima semana, no entrarán más residuos en el vertedero de Alcalá de Henares y las negociaciones para trasladar las toneladas de desperdicios a la planta de Valdemingómez , en la capital, se estancaron la semana pasada.

El viernes, la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad remitió a la Mancomunidad del Este una carta en la que informaba de que el Ayuntamiento de Madrid no ha contestado a los requerimientos necesarios para seguir adelante con el convenio apalabrado con sus vecinos. Ese principio de acuerdo estipulaba que las basuras del Este se trasladarían, durante un periodo transitorio y hasta que esté operativa la nueva planta de Loeches , al vertedero de Valdemingómez.

Además, la misiva de la consejería preguntaba por el estado de otra opción, ya conocida: llevar las basuras a Toledo . No obstante, se trata de una solución a corto plazo, ya que esta planta de tratamiento, ofrecida por el Gobierno de Castilla-La Mancha, solo podría recibir desechos durante tres meses. La Mancomunidad del Este, que se creó con el único fin de gestionar las 200.000 toneladas anuales de basura de estos municipios, pretende así ganar tiempo para solucionar esta crisis, que persiste desde hace meses. En julio del año pasado, recibió la negativa de los vertederos de Pinto (sur) y Colmenar (norte). El diálogo para mandar los residuos a la tercera y última opción, Valdemingómez, empezó este verano, y no iba mal encaminado.

Intereses políticos

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (PP), aceptó en su momento recibir las basuras, a cambio de una tasa de 30,2 euros por tonelada, y con el compromiso de que toda la cantidad asumida por la capital —que no se incineraría— sería devuelta después a Loeches, para evitar acortar la vida útil de Valdemingómez. Ayer, después de conocerse el silencio del Ayuntamiento, el regidor popular recordó que «no es una decisión definitiva». De hecho, las trabas al diálogo proceden de su socio de Gobierno en Cibeles. Ciudadanos votó a favor de que no entrase más basura en Valdemingómez, junto con el PSOE de Pepu Hernández , que se opuso a la postura de su propio partido en Alcalá y Más Madrid.

Enviar los residuos a Toledo, por unos pocos meses, no pondría fin al problema. Además, «sería desastroso desde el punto de vista medioambiental», según dijo ayer el presidente de la Mancomunidad y alcalde de Alcalá, Javier Rodríguez Palacios . El regidor socialista añadió que, en tal caso, habría que transportar la basura 100 kilómetros, en lugar de los 10 que separan el vertedero complutense de Valdemingómez. Insistió también en que la planta de la capital es la más adecuada, ya que tiene capacidad para recibir 300.000 toneladas de desechos al año.

Mientras el problema de las basuras continúa, el cierre definitivo de Alcalá, el próximo 27 de diciembre, está cada vez más cerca. Y el malestar crece entre los vecinos . El pasado domingo se manifestaron en Alcalá de Henares 500 personas para exigir el cierre, de una vez por todas, del vertedero complutense, que puso en marcha, a mediados de octubre, el proceso de sellado , bajo la supervisión de la Comunidad de Madrid. Unas protestas que se reproducen en los distritos de Puente de Vallecas y Vicálvaro , donde piden el fin anticipado de la planta de Valdemingómez.

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