Urbanismo prohíbe entrar a los operarios en el edificio de Martínez Campos por peligro de derrumbe

La demolición ha empezado con máquinas, al no poder garantizarse la seguridad de las personas, según un informe al que tenido acceso ABC

Guillermo Navarro
M. J. Álvarez

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« No se puede garantizar la seguridad de las personas ». Por ello, las primeras actuaciones para demoler el interior del edificio siniestrado, situado en el número 19 del paseo del General Martínez Campos , se están efectuando con máquinas y con andamios colocados en el patio de la finca colindante por la parte trasera (Viriato, 62). Todo ello, con el fin de que los operarios no corran el riesgo de que nuevos desprendimientos acaben sepultándoles, como ocurrió con el primero, el 22 de mayo, y que se cobró la vida de dos trabajadores.

Así de peligrosa es la situación de la finca, tras el segundo colapso que se produjo al filo de la madrugada del domingo, según el informe técnico realizado tras la inspección realizada por el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, al que ha tenido acceso ABC. Esa inspección fue visual, desde el exterior, con una grúa, ya que hay zonas a las que no se puede acceder por el riesgo de que se vengan abajo.

El modo de acometer las obras se ha valorado desde el exterior: desde una grúa, debido al reisgo

La fachada que da a la calle de Viriato será destruida y se preservará la principal, que está protegida

Una vez que el edificio reúna las garantías que permitan efectuar las tareas de derribo de forma manual se permitirá el acceso a los obreros para que continúen los trabajos que está acometiendo el Consistorio de forma subsidiaria –por petición de la propiedad–, desescombren y aseguren con apeos los elementos que lo necesiten. Hasta entonces, « se ha abortado cualquier intento de acceso a la finca», según el análisis de los técnicos de Control de la Edificación.

El segundo colapso , que se produjo al filo de la madrugada del domingo debido a las tormentas que se registraron ese día, junto a la parte declarada en «ruina física inminente parcial» tras el primer derrumbe, ha empeorado el estado de la construcción, cuya fachada posterior, la situada en la calle de Viriato, 64, tendrá que ser derribada; no así la principal, que goza de protección.

Las nuevas afecciones se produjeron en parte de la estructura que quedó en pie. Entre ellas, acabó destruido parte del muro del patio principal (elemento protegido), alcanzando a una pilastra que se salvó del primer hundimiento. Junto a ello, se vino abajo una superficie de forjados de unos 24 metros cuadros en cada una de las plantas aledañas a las del colapso original. Además, en el último piso (el séptimo), una de las vigas, parte de la cubierta y los casetones que forman los trasteros, han quedado colgando.

Fisuras en la planta baja

El desplome ocurrió en una zona cuya estructura no parecía, a priori, que « estuviera debilitada de forma extrema ». Sin embargo, las fisuras detectadas ahora en la planta baja, en la zona próxima a la escalera principal –en el apoyo de la estructura metálica sobre los elementos de la fábrica de ladrillo y sobre los testigos de yeso–, son la causa «de que no esté garantizada la seguridad de las personas». Todo ello ha hecho que se aborde de forma distinta el modo de acometer la demolición.

Por ello y en aras a la prevención, los técnicos de Control de la Edificación han desalojado a 21 familias de los inmuebles adyacentes, cuyos muros medianeros lindan con el siniestrado, por si sufren alguna afección durante los trabajos. Son siete domicilios por bloque, de los números 17 y 21 de General Martínez Campos y el 62 de la calle de Viriato. Estarán fuera de sus casas entre tres semanas y un mes.

La demolición, encargada a la empresa Ortiz, afectará a toda la construcción declarada en ruina. Esta incluye la fachada de la calle de Viriato  –parcialmente destruida en su última planta por de la intervención de los bomberos –; la zona ya colapsada, y las tres últimas crujías –parte comprendida entre dos muros de carga– hacia el norte, que incluye un transformador.

A medida que se avance en los trabajos, los técnicos municipales valoraran el estado de la estructura y reconsiderará ampliar la declaración de ruina si se detectan elementos inestables y que supongan riesgos.

Urbanismo prohíbe entrar a los operarios en el edificio de Martínez Campos por peligro de derrumbe

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