Los test de antígenos en farmacias y clínicas dentales madrileñas no terminan de arrancar: «No sabemos nada»
Los profesionales desconocen cuándo recibirán a los pacientes derivados de la Consejería de Sanidad
La falta de información ha empañado el inicio de los test de antígenos en las farmacias y clínicas dentales de la Comunidad de Madrid. Tres meses después de solicitarlo formalmente al Gobierno central, la presidenta Isabel Díaz Ayuso anunció el comienzo de las pruebas «a partir de la semana del 1 de febrero». Por ahora, según ha podido saber ABC, 172 boticas de las 2.800 repartidas por la región y 75 clínicas dentales de las 3.500 abiertas están listas para participar en los cribados masivos a la población. Pero la semana casi toca a su fin y la estrategia no termina de arrancar .
«Todavía no hemos empezado. No hemos recibido los test y no sabemos nada . Creemos que empezará la semana que viene, porque ya es jueves», explica una empleada de la farmacia La Paloma, un local en el barrio de La Latina con estantes de madera que se ha apuntado a la iniciativa. Otros no han podido incorporarse. «Nosotros solo vendemos test para hacerlos en casa, aquí no tenemos hueco», señala el titular de una farmacia al otro lado de la calle de Toledo.
Contar con circuitos de entrada y salida de los pacientes , ventilación y espacio suficiente son algunos de los requisitos para atender a los ciudadanos seleccionados por la Consejería de Sanidad, que ha enviado hoy los primeros SMS, según han informado fuentes regionales. Aún no hay datos de la cantidad de citaciones ni del número de pruebas que le corresponden a cada establecimiento.
Su ubicación también es un misterio, salvo un par de excepciones, en Puente de Vallecas y en el centro de la capital. La segunda es la farmacia que visitó esta semana Ayuso para anunciar por todo lo alto la luz verde a los test , en la plaza de la Puerta de los Moros, a espaldas del Mercado de la Cebada. Ahí, a primera hora de la mañana, ya disponían de 150 test de antígenos proporcionados por la Comunidad y distribuidos por Cofares. Solo la titular de botica —son tres farmacéuticos y tres auxiliares—, Pilar Varela, puede tomar las muestras nasales, tras superar hace un mes un curso de reciclaje indispensable , como más de 2.000 farmacéuticos.
La información con los protocolos a seguir llegó el martes. Varela ha elegido un cuarto con ventilación forzada en la planta subterránea de su farmacia para atender a los pacientes. « Estoy preparada para que vengan seis pacientes cada hora de 11:00 a 13:00 horas de lunes a viernes», cuenta, enfundada en un traje EPI. En toda la mañana, solo una mujer ha visitado la habitación y ha obtenido su resultado en apenas 10 minutos. Una raya: negativo. «La consejería criba y elige a las personas en zonas de alta incidencia del virus. Una vez confirmado, el paciente elige la farmacia o clínica dental adonde quiere ir», explica la licenciada sobre el procedimiento.
El plan es el mismo que ha seguido la Comunidad de Madrid desde el pasado septiembre. La Dirección General de Salud Pública convoca por SMS a los ciudadanos de las zonas rojas del Covid-19 para someterse a estas pruebas voluntarias y gratuitas. El objetivo es detectar a los positivos asintomáticos y cortar la cadena de transmisión del virus. A Varela también le envían un mensaje con la fecha y hora de las citas confirmadas. Este mediodía, sin embargo, no esperaba nuevos pacientes.
A la espera
Las clínicas dentales también se han incorporado a la estrategia, aunque todavía hay profesionales que están a la espera de recibir la formación pertinente. «No sabemos si van a empezar a derivar ya pacientes a las clínicas dentales. Sí han estado repartiendo test estos días», señalaban esta mañana desde el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Madrid. En palabras de su vicepresidente, David Rubio, la campaña «facilita y amplía el muestreo, la capacidad de detección de la Consejería» y los pacientes pueden acudir a «lugares seguros».
La petición que enarbolaron primero los farmacéuticos ha tardado meses en materializarse. «Como sanitarios que estamos en primera línea, sabemos lo que el público necesita. Ellos quieren saber si son positivos o negativos ya . Vienen a la farmacia demandando que nosotros les ayudemos», escenifica Varela. La administración, a su juicio, ha reaccionado tarde.
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso escuchó sus demandas en otoño y pidió en octubre al Ejecutivo central ponerlas en práctica. La aprobación de la medida se convirtió entonces en una batalla entre sendas administraciones , hasta que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, reconoció que las competencias de hacer test en farmacias corresponden a las comunidades autónomas. Varela es tajante: «Si esto se hubiese hecho antes de Navidad a lo mejor habríamos evitado muchos contagios».
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