Entrevista
Soleá Morente: «Madrid fue fundamental y determinante en la carrera de mi padre»
La nueva edición del Festival Suma Flamenca evoca el universo sonoro de Enrique Morente, con artistas como Carmen Linares o Pepe Habichuela
El Festival Suma Flamenca , festival flamenco de la Comunidad de Madrid, presenta su 15ª edición con una programación que, por primera vez, está dedicada por completo a la memoria de un artista que ya es historia del arte flamenco, Enrique Morente . Así, en el décimo aniversario de su desaparición, el festival evoca el cosmos sonoro del cantaor granadino a través de 37 conciertos de artistas de varias generaciones que reivindican su figura. Y entre los que no podía faltar su hija Soleá, que rememora las vivencias madrileñas de su padre y analiza su profundo legado.
¿Cómo se encuentra? Orgullosa, supongo, de que un festival como Suma Flamenca recuerde a su padre
Estoy muy emocionada, orgullosa y contenta . Aunque no es fácil de llevar por la emoción continua que tengo. Por ejemplo, en la presentación del festival fue una maravilla poder escuchar a su director artístico, Antonio Benamargo, glosar todo ese «paseíllo» de artistas que van a estar homenajeando a mi padre. Y eso por no hablar de la serie de conferencias que han programado en torno a su figura. Estoy como en un sueño. Es muy bonito , emocionante e intenso la vez.
¿Qué cree que supuso Madrid para Enrique Morente?
Siempre le he escuchado decir a mi padre que Madrid era la corte. Mi padre era «granaíno» y adoraba a su tierra ,pero su segunda casa y su cuartel general durante muchos años fue Madrid: aquí nací yo, mi madre es madrileña, una gitana del Rastro bien guapa… Personalmente la capital siempre le tiró muchísimo. Y luego como artista Madrid fue fundamental y determinante en su carrera. Cuando vino a Madrid es cuando ya empezó a meterse de lleno en el oficio, hasta sus últimos días. Madrid fue un eslabón clave en su vida. Sin Madrid, Enrique quizá hubiese sido otro . Pero siempre con la genialidad por bandera.
Hágame un recorrido por el Madrid de Morente.
Pues podríamos empezar por La taberna de Antonio Sánchez, que le gustaba muchísimo porque allí escuchó, cantó y aprendió de los maestros. Otro de sus lugares preferidos era el tablao Zambra , ya desaparecido, un sitio clave en su vida porque ahí empezó a cantar para el baile. Fundamental sin duda fue El Café de Chinitas, porque allí conoció a mi madre y se enamoró de ella . Luego un sitio al que solíamos ir mucho de cuando chiquitillos era Lhardy, sobre todo cuando teníamos alguna celebración especial. Recuerdo que cuando Estrella y yo nos echábamos el consomé era todo un acontecimiento (risas). Y por supuesto Casa Patas y el Candela , lugar emblemático en la vida de mi padre, regentado por su amigo Miguel Ángel Aguilera, Miguel Candela, que tanto le adoraba y quería, y al que mi padre hasta dedicó un fandango muy emocionante cuándo murió: El amigo del arte no ha muerto/aficionados no lloréis/ Miguel Candela no ha muerto/porque está en el corazón/de los artistas del flamenco.
¿Qué ha supuesto la figura de su padre para el flamenco?
Creo que el flamenco sería diferente sin la figura de mi padre. Desde que empezó a aportar su visión al cante jondo creo que hizo una labor fundamental en la evolución del flamenco. No sé si sería mejor o peor, pero sí diferente .
Si se tuviera que quedar con un solo disco de su papá para pasar un segundo confinamiento ¿cuál elegiría?
Qué difícil, me cuesta muchísimo quedarme con uno solo. Pero venga, me arriesgo. Me quedaría no con uno, sino con tres: el primero, el último y uno intermedio. Cante flamenco, de 1967, con la guitarra de Félix de Utrera, Misa Flamenca de 1991 y Morente + Flamenco del año 2010. El primero porque fue su primer disco, una auténtica joya, en el que muestra su personalidad arrolladora , recogiendo esos cantes antiguos con un metal que transmite una emoción increíble, y vislumbrándose ya que sería un artista descomunal. Misa Flamenca porque empieza a mezclar lo laico con lo sagrado, el flamenco con el canto gregoriano, con ritmos africanos… es impresionante cómo coge todos esos textos sacros y los interpreta desde su propia religión, que es su propia voz . Y con la libertad y la fidelidad al flamenco tan tajante. Además fue el primer disco en el que canté, la Salve con texto de Juan del Encina. Y por último Morente + Flamenco, porque quedándome con el último me quedo con toda su discografía.
Hábleme del espectáculo que va a presentar en el festival.
Es un concierto hecho con mucho amor, ilusión y cariño. Voy a hacer un recorrido por las cosas de mi padre desde mi punto de vista, desde el flamenco más tradicional hasta su parte más vanguardista y experimental. Y habrá alguna que otra sorpresa que no quiero desvelar.
¿Qué cree que diría su papá del coronavirus?
Se echaría las manos a la cabeza y estaría intentando ayudar a la sociedad desde su humilde posición. Diría: «Tened cuidaico» y sacaría una lectura positiva de toda esta situación tan extraña y tan dura que estamos viviendo. Seguro que levantaría la mano y comentaría que a ver si aprendemos de una vez y nos preocupamos de las cosas realmente importantes de la vida. Y pediría que se invirtiera más en ciencia y en cultura para que cuando llegaran estos momentos complicados estuviéramos más preparados en vez de perder el tiempo y el dinero en tantas tonterías. Y seguro que inventaría algo, alguna manera nueva de cantar .
¿Qué artistas actuales están influidos por la herencia de Enrique Morente?
Hay muchos muy buenos y con tremenda personalidad que valoran muchísimo su labor, desde Rosalía al Niño de Elche pasando por Rocío Márquez, Arcángel, Antonio Pitingo, Miguel Poveda, Mayte Martín… Ahora hay un chico joven que se llama Gregorio Moya que me parece alucinante cómo canta por Morente. Desde aquí les mando un saludo y mi mayor agradecimiento porque no hay orgullo más grande para mí como hija que ver cómo la gente joven quiere a mi padre.
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