Así será la obra para solucionar los atascos en el Nudo Norte de Madrid que empieza este mes
Durante los diez primeros meses las afecciones al tráfico por los trabajos serán mínimas. A partir de septiembre comenzará el destrenzado de la infraestructura
La solución para el Nudo Norte de la M-30 , epicentro de los atascos en la hora punta de la capital, comenzará a construirse en cuestión de diez días. Sin embargo, esos primeros trabajos no afectarán a la movilidad hasta octubre del año que viene, cuando se inicie la intervención para deshacer los trenzados. El objetivo es que la reforma, que costará 42 millones, haya culminado en el último trimestre de 2022. Gracias a ella, este punto por el que pasan 270.000 vehículos al día logrará reducir los niveles de congestión por debajo del 70 por ciento. En total, los conductores se ahorrarán 3.667 horas al día.
Noticias relacionadas
Esta intervención, «ansiada largamente» por los vecinos de la zona, es, en palabras del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida , «una de esas obras que van a marcar el futuro próximo de Madrid», ya que tendrá «efectos muy beneficiosos para el conjunto de la ciudad». Dada «la complejidad técnica extraordinaria», el regidor pidió «comprensión» a los ciudadanos «por las molestias que pueda causar la obra», sobre todo, cuando comiencen los primeros cortes y desvíos de tráfico.
Desde la planta 33 de Torre Espacio , a 132 metros sobre el Nudo Norte, el primer edil popular recordó que, como avanzó ABC , las actuaciones en esta fase inicial se centrarán en la acometida de los desvíos de servicios -conducciones de gas, agua, electricidad y teléfono- que interfieren con las soluciones diseñadas. Para la ejecución de estas intervenciones se tendrán que crear nuevas conexiones entre calles y se reducirán de forma provisional los carriles en algunos accesos.
En esta primera etapa, se acometerá la conexión de la calle de las Islas Molucas con la de la Isla de Java, para mejorar la accesibilidad del entorno de la calle de Antonio Cabezón, en la que se realizarán los primeros desvíos de servicios. Pasadas las Navidades, los vecinos del entorno y los vehículos que circulen por esta vía se encontrarán con algunas afecciones al tráfico para eliminar los cruces que conectan la M-30, la M-607, la M-11, la A-1 y el paseo de la Castellana.
En concreto, se reducirán de dos carriles a un carril de la salida del paseo de la Castellana a la M-30, necesario para ejecutar un nuevo acceso para la obra. Estará situado en la zona comprendida entre las vías del Adif, el tronco de la M-30 y de la M-11. Esta disminución de los carriles se deberá mantener durante los primeros 18 meses de los trabajos.
Durante estos primeros meses, FCC, la adjudicataria de las obras, intentará que los accesos y los traslados de los camiones que trabajan en la intervención se efectúen desde los viales perimetrales y fuera de la hora punta para entorpecer lo mínimo a los conductores y vecinos del barrio. Hasta entonces, el Área de Medio Ambiente y Movilidad realizará distintas modelizaciones para dar con las alternativas al tráfico que menos molestias causen a los madrileños, puesto que durante la segunda fase se acometerán el grueso de las obras en las distintas estructuras, que se encuentran dentro de la huella de los actuales viales principales.
«Éste será el momento de los trabajos con más incidencia en el movimiento de vehículos, puesto que los desvíos proyectados reducirán la capacidad del nudo», indican desde el Área que dirige Borja Carabante (PP). Ya en la última etapa, se actuará en la superficie con fresados, pavimentación, alumbrado y drenaje de las vías. Una intervención que se asemeja a la «operación asfalto» y que se realizará de noche.