IGLESIAS DE MADRID
San Benito Menni: color y calor de hogar
Inaugurada el 4 de octubre de 2020, todo huele a nuevo en esta comunidad que había hecho un camino de experiencia conjunta desde que el 4 de octubre de 2009 se abrieran las puertas del pre-fabricado que precedió a la actual construcción
En el nuevo Carabanchel, el llamado Pau de Carabanchel, frente al centro comercial Isla Azul , entre jardines y perspectivas de cercanía y distancia de los edificios colindantes, está la parroquia san Benito Menni, calle Catorce Olivas, 12. Un nuevo templo, una nueva casa, un nuevo hogar. La parroquia como familia de familias. La familia, como centro de la vida parroquial y de la pastoral. Inaugurada el 4 de octubre de 2020, en el primer término de las primeras olas de la pandemia, todo huele a nuevo en esta comunidad que había hecho un camino de experiencia conjunta desde que el 4 de octubre de 2009 se abrieran las puertas del pre-fabricado que precedió a la actual construcción.
Con una feligresía en torno a diez mil almas , mayoritariamente compuesta por familias jóvenes, con niños, muchos niños, esta parroquia se caracteriza por ser el punto de referencia del nuevo barrio. Una referencia que está marcada y señalizada en la línea del horizonte de su ubicación, cruce de comunicaciones, de caminos con una esbelta torre. Y en la torre una cruz que destaca del conjunto de una arquitectura en la que dominan los planos y las líneas rectas, espacios cúbicos, y un templo de no aparentes muchas plazas, pero que permite la cercanía aún en la distancia en el espacio celebrativo. La cruz es la clave de la parroquia, el norte vital, allí donde todos ponen su mirada, el símbolo que acompaña ese nuevo espacio dotacional y de ocio que se abre a la vida moderna. Un templo que se ve, que poco a poco va tomando forma, con un juego de colores, de día y de noche, que facilitan la cercanía y el recogimiento. Hay que destacar, dentro del templo, la relación entre la pila bautismal y el altar, y la combinación de los materiales arquitectónicos y los iconos pintados en le frontispicio que hace de retablo.
De lo que se trata en esta parroquia es de propiciar el encuentro de quienes se acercan a ella con el Señor de la historia y de entablar una relación de amistad con Él y entre los hermanos. Todo el esfuerzo está encaminado a convertir la parroquia en un lugar, bello, bonito, en un entorno que haga posible el milagro cotidiano de la vida lograda. La presencia de la imagen de Nuestra Señora de Schoensttat -lugar bonito etimológicamente- en el despacho del párroco es muy significativa. El párroco de esta comunidad es Jaime Alier Iglesias . Una comunidad que se caracteriza por esa hospitalidad como don que procede del carisma de san Benito Benni, fundador, por cierto, de las hermanas Hospitalarias, y cuyo sepulcro no está muy lejos geográficamente de la parroquia.
También trabaja en las tareas parroquiales el diácono Esteban Martínez, pronto sacerdote, y cuentan con la ayuda en las celebraciones dominicales el formador del Seminario de Madrid, Fernando Muga. La asistencia masiva de familias a las celebraciones dominicales ha hecho que se haya ampliado el número de unas misas en las que incluso hay que añadir sillas a los bancos tradicionales. El domingo es el día sobre el que pivota la presencia de los fieles, junto a la misa, la catequesis. La forma de vida de esta sociedad caracterizada por la prisa hace que la propuesta de horarios se adapte a esa manera de vivir , sobre todo en lo que la parroquia significa para los adolescentes y jóvenes, el lugar en el que se reúnen los viernes para la formación, las actividades y la siempre necesaria vida lúdica.
En la actividad comunitaria son importantes los grupos de matrimonios, las actividades deportivas, que, en gran media son alentadas por un párroco al que le gusta el deporte, y unas catequesis en las que el punto de enganche de la propuesta es el evangélico 'Ven y verás'. La Cáritas, en una zona del barrio con menos necesidades que las contiguas por el nivel de vida, atiende a un a serie de familias. También están los encuentros de una tarde-noche para el diálogo en el matrimonio. Y por supuesto los planes de convivencias y excursiones.
Como la casa se acaba de estrenar, como quien dice, es hora de seguir con la ornamentación de los espacios, de la capilla pequeña y de las múltiples salas que harán posible que la parroquia reciba con los brazos abiertos, con calor y color de hogar y de acogida.
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