Retrato del Churrita, el criminal que más odia a la Policía
Los agentes investigan Raúl Vargas Izquierdo por asaltos a terminales de carga del aeropuerto de Barajas y una treintena de asaltos millonarios a comercios
Ha sido el nombre (o, mejor dicho, el apodo) de la semana en la crónica madrileña de sucesos. «El Churrita» , que es como se conoce a Raúl Vargas Izquierdo, de 27 años, está considerado en la actualidad el alunicero «más peligroso y violento» por la Policía Nacional. Bien lo saben los agentes que llevan años detrás de él. Hasta que esta semana el juez lo envió a prisión provisional, el delincuente suma alrededor de una veintena de policías heridos a sus espaldas. Funcionarios del orden a los que no ha dudado en embestir (incluidos sus coches patrulla) con tal de llenarse los bolsillos con cientos de miles de euros en robos y lograr escapar.
Hasta el lunes por la tarde, cuando fue interceptado , no sin oponer una brutal resistencia, en los alrededores del tanatorio de la M-40, como avanzó ABC. En su intento de huida, en el que los agentes se vieron obligados a disparar de manera intimidatoria, el Churrita se llevó por delante a varios de ellos. Y seis personas más fueron detenidas (dos de ellos menores) por lanzar piedras y demás objetos para evitar su captura. Salía de velar al padre de un «colega».
En la operación última, comandada por el Grupo XXIV de la Brigada de Policía Judicial, se le investigaba por una treintena de hechos delictivos. Pero, según fuentes del caso, también le tienen bajo la lupa por otros asuntos muy graves. El domingo 24 de noviembre habría perpetrado más de doce «palos». Al día siguiente, otros ocho. «Y podría estar relacionado con un hecho la noche posterior, donde su banda habría asaltado en San Fernando de Henares una furgoneta con teléfonos móviles », apuntan.
En aquella madrugada, les detectaron en Perales del Río (Getafe). Se metieron en un camino y, en pleno campo, fueron sorprendidos por la Guardia Civil, que tuvo que disparar ocho veces porque también intentaron arrollarlos sin ningún miramiento.
Diez policías heridos
Además, se les está investigando por su presunta participación en golpes llevados a cabo en las terminales de carga del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. Se habrían llevado más de 100.000 euros en mercancía el pasado 3 de noviembre.
En las inmediaciones del tanatorio dejó a diez agentes heridos, de los que algunos siguen de baja y con esguinces graves . Estos casos son apenas un ejemplo de su agresividad, pese a su aspecto de no haber roto un plato. No en vano, el Churrita y sus secuaces acumulan más de 200 detenciones. El diez por ciento son de Vargas Izquierdo, sobre el que llegaron a tramitarse doce órdenes judiciales de busca, que el momento de su arresto estaban ya vencidas.
Ahora está por fin entre rejas. Dependiendo de en qué cárcel termine, puede que se reúna con su colega de toda la vida, Gregorio Rodríguez García, «El Goyito» , quien tras 37 detenciones a sus espaldas ha sido sentenciado a nueve años de prisión. Se trata de uno de los sujetos más activos en el mundo del alunizaje del los últimos diez años. «Pero el Churrita es más salvaje aún», detallan los investigadores.
Otro individuo con el que se juntaba era el Niño Juan, del que era mano derecha, pero el pasado septiembre discutieron porque Vargas cogió coches sin el permiso de su jefe, explican quienes llevan años investigando a este tipo de delincuentes. El Niño Juan fue arrestado recientemente cuando planeaba un robo a la carta en el Palacio de Fontainebleau (Francia).
Fugas a 250 kilómetros
Criado en las calles de Alzola (Orcasitas) y Casarabonela (San Fermín), ambos en Usera, Raúl Vargas Izquierdo vivía prácticamente en su coche, siempre preparado para pisar el acelerador y huir a la carrera por si aparecía la Policía. Sus malas compañías y su historial salieron a la luz pública hace un año, en la operación Aros. En aquella ocasión, el Churrita trabajaba a las órdenes de Carlos Fraile Galiana, quien a raíz de aquella detención apenas pasó 15 días a la sombra. Más suerte aún tuvo el protagonista de esta historia, a quien el juez dejó en libertad con cargos. Y eso que «ha llegado a protagonizar fugas a 250 kilómetros por hora».
También en esa época intentó matar a varios policías, embistiéndolos cuando se vieron sorprendidos en plena faena. Incluso sacaron varias armas cortas y apuntaron a los agentes, que respondieron con disparos a las ruedas de los coches de la banda. Consiguieron escapar por la M-14 y después tomar la M-40.
Entre los últimos golpes perpetrados por el Churrita está el de una tienda de bolsos casi nueva en la calle de Serrano. Se apoderaron de material de lujo valorado en más de 100.000 euros . Esa misma noche siguió robando «y se llevó por delante varias patrullas de la Policía Municipal». Pocos días más tarde, en una sola madrugada, llegó a robar en una tienda de bicicletas de Las Rozas Village, en doce empresas de Las Matas (en el mismo municipio) y en otra en el término municipal de Alcobendas. Fue su noviembre más voraz.
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