Regreso a medio gas a los institutos: «¿Y si no todo el mundo cumple las reglas?»
Se estima que menos de la mitad de los alumnos de segundo de Bachillerato han vuelto a las aulas para preparar la EvAU
Si escoger el rumbo académico, recién cumplida la mayoría de edad, no es tarea sencilla, aún menos en las circunstancias inéditas que ha desatado la pandemia. Desde el pasado 15 de marzo, los alumnos madrileños de segundo de Bachillerato se han preparado para la Evaluación de Acceso a la Universidad (EvAU) desde sus casas y a través de una pantalla. Si bien el sistema «online» ha propiciado mejores calificaciones en los institutos, también repercutirá al alza en las notas de los cruciales exámenes que se celebrarán los días 6, 7, 8 y 9 de julio. El Covid-19 complicará a muchos estudiar la carrera de sus sueños.
«Las facilidades son mucho mayores con el trabajo “online”. Las herramientas que utilizamos para evaluar son precarias», explica el director del Instituto de Enseñanza Superior Simone Veil, Marcos Moreno. El centro, en el municipio de Paracuellos del Jarama, reabrió la semana pasada con el salto a la fase 2 para celebrar los exámenes finales y, desde ayer, impartirá clases voluntarias de refuerzo a los alumnos de segundo de Bachillerato que quieran preparar la prueba de fuego del próximo mes.
Antes de este regreso a las aulas, las restricciones de la pandemia han beneficiado a los más rezagados. « Las notas de los institutos este año, en general, están siendo más elevadas , con menos número de repetidores», asegura Moreno. «Ha tenido seguramente el material delante y no sabes hasta qué punto ha copiado, qué ha estudiado y qué no... Como estamos siempre con esa incertidumbre, siempre te decantas a favor de la duda, a favor del alumno», cuenta sobre el motivo de estas mejores calificaciones.
Las «mayores facilidades» también afectarán a la EvAU, «más sencilla», según Moreno, en la que, en lugar de responder a uno u otro modelo del examen, el alumno podrá elegir las preguntas de ambos que más le convengan. «Las notas de corte van a subir muchísimo» , opina. Paralelamente, habrá más suspensos, ya que se presentarán alumnos que, en otras condiciones, no habrían superado el último curso de Bachillerato.
«Sí me ha parecido más fácil, porque hemos podido ir a nuestro ritmo», confiesa Nuria Sevilla, una de las alumnas del instituto Simone Veil, sobre el trabajo no presencial de los últimos meses. Ayer trataba de concentrarse en sus coloridos apuntes de Historia de España, en una de las aulas del centro. «Los exámenes eran más fáciles, pero el estudio un poco más complicado cuando no tienes a nadie que esté ahí ayudándote», remarcaba, junto a ella, su compañera Nova Porcel. « Hay muchas más distracciones , no es lo mismo estar en clase, rodeado de un ambiente de trabajo, que estar en casa con el móvil, la televisión...», reconocía la primera.
Escasa asistencia
«Chicos, chicos, no podéis estar tan cerca», advertía ayer Joaquín Pinilla, el conserje del instituto, a un grupo de jóvenes que charlaban con mascarilla en el pasillo. Tras la cristalera frente a ellos, un profesor, tiza en mano, se explayaba sobre la estructura del lenguaje. Una decena de alumnos, con los rostros cubiertos y separados entre sí, atendía a la lección. Las mascarillas y las sillas sobre las mesas, para facilitar la limpieza, recuerdan que el patógeno no se ha marchado. «Como mucho, tenemos a 15 alumnos por aula , porque si no no mantienes la distancia que marca la normativa», explica el director; antes del estado de alarma, las clases alojaban una media de 35 estudiantes.
Desde esta semana, los alrededor de 140 alumnos de segundo de Bachillerato de este centro pueden asistir a las clases de repaso. No obstante, la asistencia no ha sido abrumadora. «Está viniendo el 50 por ciento, más los alumnos de ciencias [por asignaturas como matemáticas, física y química] que los de ciencias sociales», estima Moreno. Un escenario que podría extrapolarse al resto de institutos de la región. Aunque la Consejería de Educación asegura desconocer el número de estudiantes que recurrirán a este refuerzo voluntario, el sindicato de profesores ANPE calculó ayer que lo harán menos del 50 por ciento . Por su parte, UGT redujo la cifra a un 10 por ciento, como informa Efe.
Por supuesto, este tímido regreso está marcado por las medidas de seguridad para evitar contagios por el nuevo coronavirus . «Los institutos están preparados para poder ofrecer estas clases de repaso a los alumnos de segundo de Bachillerato, al igual que lo han estado los colegios de Primaria que desde el pasado lunes 8 de junio ofrecen clases voluntarias de refuerzo», declararon a los medios desde el Gobierno regional, que envió una serie de instrucciones a los centros educativos con las medidas dictadas por el Ministerio de Sanidad. No es de extrañar, no obstante, que muchas familias teman que sus hijos vuelvan al instituto.
«En mi casa me han metido el miedo y la concienciación de tomárnoslo en serio», cuenta Nuria. Tenía ganas de estar de vuelta, pero eso no impidió que se cuestionara: «¿Y si no todo el mundo cumple las reglas? ¿Y si alguien se salta llevar la mascarilla? Sé que hay mucha gente que no cumple cuando queda con sus amigos», dice. Nova, a su lado, parece más tranquila: «Tampoco estoy muy preocupada. Tenemos geles por todos lados».
Más que esta reapertura parcial, preocupa el después, a la vuelta del verano. En el instituto Simone Veil, donde enseñan a alrededor de 400 alumnos, barajan varias alternativas, entre ellas, una modalidad mixta , en la que los estudiantes compaginen clases presenciales y «online». «Va a ser un caos», teme, sin embargo, Moreno. Por ahora, no pueden hacer más que aguardar a las indicaciones de las autoridades: «No sabemos nada», se resigna.
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