Crisis en la Comunidad de Madrid
Presión en el Gobierno para frenar la bronca entre Reyero y Ruiz Escudero
Incluso consejeros de Cs no dan crédito a lo ocurrido y se muestran críticos con estos choques públicos, que han llegado al Consejo de Gobierno

la situación de enfrentamiento abierto y publico entre dos consejeros de un mismo Gobierno, el de Políticas Sociales, Alberto Reyero (Cs), y el de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero (PP), ha tocado techo. Algunos de sus compañeros del Ejecutivo lo consideran «insostenible: ... esto ha llegado demasiado lejos». El choque comenzó a finales de marzo y ha ido creciendo en intensidad y ganando notoriedad pública casi en paralelo con la pandemia , hasta desbordarse estos últimos días, con cruces de acusaciones casi diarios entre ambos en radios y televisiones. El asunto es de tal gravedad, que ayer llegó al Consejo de Gobierno , donde hubo llamadas a reconducir la situación y acabar con la bronca.
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En el seno del gabinete regional son varios los consejeros que han asistido atónitos al espectáculo de sus dos compañeros haciendo una ronda de entrevistas afeándose la gestión de la crisis. El asunto, coinciden, se fue de madre cuando comenzaron a filtrarse desde Políticas Sociales correos personales enviados por el consejero Reyero al consejero Ruiz Escudero. Una situación que ha dejado «estupefactos» a algunos de los políticos que se sientan en la mesa del Consejo de Gobierno. El choque , tan frontal como descarnado y visible, ha preocupado a muchos miembros del Ejecutivo autonómico, según explican a ABC fuentes conocedoras del desarrollo de la reunión del Consejo. Y no sólo a los populares, sino también a algunos destacados consejeros de Cs, compañeros de Reyero, entre los que citan a Ángel Garrido, Marta Rivera de la Cruz o Eduardo Sicilia.
Rebajar el tono
En los últimos días se han producido varias conversaciones entre componentes del Ejecutivo de Madrid en torno a este asunto y a la necesidad de bajar el tono de la bronca , y ayer mismo se repitió en el Consejo de Gobierno la reflexión sobre el asunto, que algunos definían como «una locura insostenible ».
Explican que el efecto de este enfrentamiento sobre la imagen del Ejecutivo madrileño ha sido devastador, «pegarse un tiro en el pie», en expresión popular: «Porque hemos dado armas a Pablo Iglesias para dispararnos y, al mismo tiempo, hemos puesto el foco sobre Madrid y lo hemos apartado de otros asuntos como la polémica sobre las actuaciones del ministro Marlaska , los “enchufes” a amigos del presidente Pedro Sánchez o el 8-M ».
Otras voces ahondan en el mismo argumento: «Ha sido un error haber aireado esto, y encima ha salido de un consejero de nuestro propio Gobierno», lamentan, en referencia a Reyero.
El enfrentamiento por el protocolo de residencias, último argumento en la escalada verbal entre los dos consejeros, «nos perjudica como Gobierno», recuerdan, porque «muchos consejeros, tanto del PP como de Ciudadanos, se han dejado la piel luchando contra esta pandemia y esta pataleta emborrona lo hecho».
El vicepresidente Aguado «ha sido siempre extremadamente prudente en sus declaraciones públicas sobre el asunto y ha defendido tanto a Reyero como a Ruiz Escudero ». Pero desde su formación entienden que Ayuso no ha sido igual de ecuánime y le recriminan no haber apoyado «a todos sus consejeros por igual». Reconocen, no obstante, que ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, la llamada a rebajar tensión es «lo lógico y prudente». De hecho, los movimientos en este sentido ya parecen haber dado sus primeros frutos: ayer ya no hubo declaraciones públicas de ninguno de los dos protagonistas de este choque.
Sin crisis de Gobierno aún
Desde otros partidos no han desaprovechado la ocasión para ahondar en la crisis: la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, pedía el martes a la presidenta Ayuso dar un golpe en la mesa y acabar con la polémica, si «había razones», cesando a ambos consejeros . Y desde Unidas Podemos, su portavoz, Isa Serra , señalaba ayer que a su parecer «Aguado cierra filas con Ayuso y deja tirado a su consejero Reyero».
Queda descartada, de momento al menos, una crisis de Gobierno y la destitución de cargos del Ejecutivo, porque «estratégicamente empañaría la gestión y sería como demostrar que se ha hecho mal», cuando desde el Ejecutivo madrileño siguen defendiendo que han sido «espejo para otras comunidades y para el Gobierno central», adelantándose en muchas iniciativas .
Entre ellas, en la «petición de un fondo no reembolsable para cubrir los gastos del Covid-19», que «lo llevó Ayuso a una de las primeras reuniones de presidentes autonómicos » y luego fue demandado también por el resto de autonomías.
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