«La petanca no es solo un pasatiempo para mayores»
Una madrileña, pentacampeona del mundo y Europa, combate con triunfos los estereotipos de este deporte
![Yolanda Matarranz posa para ABC con varias bolas de petanca](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2016/12/06/yolanda-matarranz-petanca-kzMH--620x349@abc.jpg)
La madrileña Yolanda Matarranz es la contradicción a los estereotipos que rodean a la petanca. Una campeona anónima que, ganadora de cinco Mundiales y otros cinco Europeos , sitúa a España en la cima de este deporte. Su último título, a principios de noviembre en el Europeo de Suecia, es la enésima demostración de que este juego no se reduce a un pasatiempo para ancianos . «Todo el mundo piensa que la petanca es para gente mayor, pero hay otra de alto nivel», explica a ABC.
En esa «otra petanca», profesional y acaso desconocida e infravalorada, Yolanda es una referencia mundial . Aunque evita la comparación y apela a la humildad, su excelso palmarés la convierte en una suerte de Rafa Nadal de este deporte. «En el sacrificio está la recompensa», repite.
La petanca en España, a pesar de estos éxitos, aún está muy lejos de otros países, donde la consideración es completamente antagónica. Si en Francia, cuna de este juego, existen más de 350.000 licencias , en nuestro país apenas llegan a las 30.000. «Está muy infravalorado y es sobre todo por desconocimiento; parece una broma y el apoyo institucional es una necesidad para que deje de ser así», señala Matarranz; y añade: «Son los clichés que nos rodean los que hacen que la situación sea la que es». Mientras que a nivel nacional sigue condenada a un seguimiento nulo , sin más atención que la de un pasatiempo para ancianos, en el país vecino incluso se televisan los grandes torneos. Los mismos en los que Yolanda acumula victorias. El último título europeo, logrado en Halmstad en la categoría individual, sucede a las victorias en el Mundial de tripletas y el Europeo en tiro de precisión.
Yolanda Matarranz comenzó a jugar a la petanca con once años. Desde su primera participación en una prueba continental, en 1999, su implicación ha crecido hasta la situación actual; campeona de todo. «Primero fue un hobby, después una profesión», dice. No obstante, reconoce que la petanca no da para vivir como ocurre con otros deportes minoritarios, aunque en su caso la federación sufraga todos los gastos . «Ojalá este ruido mediático sirva para mejorar la situación en España y cambie la tesitura», declara.
El día a día de un campeón de petanca también es una contradicción a los clichés: «No es ir al parque cuando quieras y ponerte a jugar, hay muchas horas detrás». Yolanda compagina su trabajo en Iveco con sesiones diarias de una hora. La clave: mejorar la técnica. «Entreno todos los días, haga frío o llueva; lo más importante es trabajar la habilidad y que el brazo esté recto», explica. En cada jornada lanza alrededor de 120 bolas de 690 gramos a una distancia de diez metros. No obstante, esta preparación no requiere un gran despliegue en cuanto a la infraestructura. «Cualquier parque en el que no haya mucha gente sirve, en Madrid hay muchos», añade.
Yolanda Matarranz prefirió este deporte por encima de otros, también minoritarios, pero con otras singularidades, como el pentatlón. «No juego por dinero, juego porque me encanta y porque es lo que más me gusta». Su alegría y dedicación se reconocen en su trayectoria triunfal, pero especialmente en el modo que encara el futuro más cercano: «No se trata de ganar, sino de no dejar de divertirme; el año que viene volveremos a la pelea ».
Noticias relacionadas