Iglesias de Madrid
Parroquia de Padre Nuestro: la Iglesia a pie de calle en la Alameda de Osuna
El templo fue construido en el año 2007, moderno y funcional
La Alameda de Osuna es un Madrid apacible cerca del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas, una isla, un barrio de algo más que clase media, profesionales cualificados, presencia de familias de trabajadores de la compañía Iberia, personas mayores, jubilados, un recambio generacional perceptible, los hijos de las primeras familias que han vivido toda la vida en el barrio y se quedan en este plácido microcosmos del que se podría decir que casi todos se conocen. Urbanizaciones protegidas, verde, mucho verde. Nuevas construcciones junto con antiguas. Dicen que es el barrio más caprichoso de Madrid , quizá por eso del parque El Capricho, uno de los más recoletos de la ciudad. Un espacio verde privilegiado del patrimonio artístico-natural de Madrid. El parque, creado en 1784 por los Duques de Osuna, se diseñó con el fin de ser auténtico paraíso natural.
Ahí, ligada históricamente a la parroquia de Santa Catalina de Alejandría, está la parroquia Padre Nuestro , avenida de Cantabria, 4. No olvidemos que, respecto a la parroquia de Santa Catalina de Aejandría, ya en las Relaciones mandadas hacer por el rey en el año 1579 se precisa que la Villa de la Alameda tiene una iglesia nuevamente reedificada, de una sola nave, muy alegre y vistosa, bajo la advocación de Sta. Catalina Virgen y Mártir, con buenos ornamentos, ser anexa de la parroquial de S. Pedro de Barajas, Arciprestazgo de Madrid y Arzobispado de Toledo.
El templo de Padre Nuestro fue construido en el año 2007, moderno y funcional , para una parroquia erigida canónicamente en 1973. El primer párroco fue don Tirso Vaquero, que aún hoy celebra la eucaristía en la parroquia a sus 84 años. El segundo fue Tomás Priego, que construyó el templo. Después vino don Lorenzo y en la actualidad, desde hace unos meses, está al frente don Francisco Santos Domínguez. Un sacerdote al que le gusta estar a pie de calle, con una destacable formación intelectual, y que ya se ha hecho con la vida de la parroquia. Trae algunas iniciativas interesantes que alentarán la vida espiritual de la parroquia.
Sin lugar a dudas llama la atención el nombre de la parroquia. Se debe a un histórico viaje que hizo el primer párroco a Tierra Santa . De allí se vino con una denominación singular, que aprobó el cardenal Tarancón, entonces arzobispo de Madrid, y que remite a la raíz y razón de Evangelio. La parroquia está abierta a los fieles durante todo el día. El párroco insiste en que su tarea es estar accesible a todos, a la escucha permanente de las personas que se acerquen a la parroquia, dispuesto a una conversación o a impartir el perdón de Dios. Una parroquia centrada en la eucaristía, con una Adoración al Santísimo dos veces a la semana y el rezo del rosario tanto en la mañana como en la tarde.
No son pocos los grupos que trabajan en la parroquia. El de Biblia, el Catecumenado de adultos, los grupos de Emaús y Effetá, la catequesis de iniciación cristiana, el Taller de Oración del P. Larrañaga, un grupo de mantenimiento del templo que es un ejemplo de servicio, el grupo Amor Conyugal y tres grupos numerosos de Vida Ascendente. También cuenta la parroquia con un Aula de Cultural que en las programaciones anteriores al tiempo de pandemia se especializó en el estudio 'in situ' del románico español. La parroquia está retomando ahora las actividades , después de la pandemia. Uno de sus objetivos es trabajar estrechamente con la asociación de vecinos del barrio en lo que sirva al desarrollo integral de la comunidad.
Los voluntarios de Cáritas , en un entorno con no muchas necesidades, trabajan en coordinación con la Cáritas de la Vicaría para ayudar a otras parroquias más necesitadas de la zona. La fiesta de la parroquia es el domingo del Buen Pastor. Un Buen Pastor que conoce a las ovejas y que las atiende como un Padre bueno, Padre nuestro que es de todos.
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