Consejera de Medio Ambiente
Paloma Martín: «Madrid Nuevo Norte será realidad muy pronto y con total seguridad jurídica»
Redacta una nueva ley que ponga suelo a disposición de los inversores y contribuya a liberalizar el sector
La consejera de Medio Ambiente, Ordenación Urbana y Sostenibilidad cree que es no sólo posible sino deseable maridar la protección de espacios naturales con su difrute por los madrileños.
—Hay superpoblación de cabras en la sierra de Madrid. ¿Cómo se está resolviendo?
—Obedece fundamentalmente a que no hay depredadores. Encuentran en nuestro suelo un buen sitio para asentarse. Lo que estamos haciendo es trabajar para buscar el equilibrio entre la población que está ubicada en una determinada zona y lo que debiera ser objetivamente normal, trasladando algunos ejemplares a otros ámbitos territoriales, precisamente para garantizar que en una determinada zona no se produce superpoblación.
—¿Y dónde se llevan?
—A otras zonas de la Comunidad de Madrid o incluso fuera de la región. Lo hacemos también con los conejos : hay superpoblación en el sureste de Madrid y lo que hemos hecho es trasladar esos conejos a la Sierra Norte, donde sirven de alimento al águila imperial, y así contribuimos a cerrar la cadena alimentaria.
—El lobo está asentado ya en la Comunidad de Madrid, ¿no?
—Todos los expertos coinciden en que la presencia del lobo habla muy bien del estado de conservación de nuestros parques regionales. Pero hay que desarrollar algunas medidas que mitiguen el impacto de su presencia. Tenemos un proyecto pionero en Madrid de geolocalización de ejemplares, para ver su comportamiento y cómo se desplazan dentro del territorio, para poder avisar a los ganaderos allá donde se vaya produciendo el acercamiento de esos lobos.
—¿Han crecido o disminuido las indemnizaciones que se pagan a ganaderos por ataques de lobo?
—Ha disminuido mucho en el último año el número de ataques de lobo. De hecho, no se agota el dinero destinado a este objetivo. Agradezco a los ganaderos el esfuerzo que están haciendo en el manejo del ganado, que es lo que está contribuyendo a disminuir esos ataques.
—Tenemos muy cerca de Madrid un parque nacional. Es un privilegio, ¿pero también es una amenaza, por el exceso de visitas?
—La Comunidad de Madrid es una región privilegiada, con una densidad de población muy alta, 6,5 millones de habitantes en 8.000 kilómetros cuadrados y con un grado de desarrollo económico y social fundamental. Pero, al mismo tiempo, tenemos el 50% de nuestro territorio protegido. Y tenemos un parque nacional a 50 kilómetros de Madrid y tres parques regionales. Resulta fundamental mantener el equilibrio entre el desarrollo económico y social y la conservación medioambiental. La Comunidad está dando muestras sobradas de cómo se pueden conjugar esos intereses económicos y sociales con la sostenibilidad y el medio ambiente.
—¿Se piensa en ponerle tope a las visitas al parque nacional?
—Entendemos que tenemos que conjugar ambos intereses: preservar el medio natural y también la posibilidad de que los madrileños se acerquen al ámbito rural, a los espacios protegidos, para que puedan disfrutar de ellos. En el equilibrio siempre nos vamos a entender. Huimos de ese intervencionismo excesivo que muchas veces caracteriza a la izquierda más radical.
—Veo que no es amiga de restringir.
—Creo que las sociedades avanzan más cuando son más libres, y esta comunidad ha dado buenas muestras de generar espacios de libertad. Hay muchos que quieren utilizar el debate medioambiental desde la trinchera ideológica y desde la justificación del medioambiente llevarnos a un debate mucho más intervencionista, donde hay que decir a cada uno qué debe hacer, cómo debe desplazarse, qué debe comer. En absoluto estamos de acuerdo con esa forma de intervenir sobre las personas.
—La Comunidad tiene su propio protocolo anticontaminación. ¿Se plantean cambiarlo?
—El protocolo permite a los ayuntamientos gestionar, en momentos concretos, cómo tienen que activar su plan de actuación, y lo hacen en coordinación con la Comunidad.
—¿No puede generar problemas que cada ayuntamiento tenga su propio protocolo?
—El de la Comunidad establece unos criterios que tienen que adoptar todos los ayuntamientos cuando se superan determinados niveles: la restricción de la velocidad a la que deben ir los vehículos por la carretera son comunes.
—¿Se ha resuelto ya el conflicto por la basura del Sureste?
—El tema de la recogida y tratamiento de basuras debe sacarse del debate político. Hay 179 municipios en Madrid, dirigidos por distintos partidos, y no podemos enfrentar a unos madrileños contra otros. La Mancomunidad del Este, siendo plenamente competente para ejercer la gestión de los residuos, a lo largo de los años ha ido retrasando las soluciones y hemos tenido que llegar a una situación que no queríamos: que los residuos vayan a Valdemingómez. Más Madrid solicitó una medida cautelar al juez, y éste ha dicho exactamente lo mismo que nosotros: que se trata de una medida transitoria y excepcional, que cumple con los principios de proximidad y de mejor tratamiento y era la opción más viable. Una vez más, la extrema izquierda ha jugado a enfrentar a los vecinos de un municipio con los de otros.
—¿No se puede reproducir el problema en el sur? Ya se replantean si ampliar o no su planta de residuos .
—La Comunidad pone todo los medios a disposición de las mancomunidades. No sólo el asesoramiento técnico, sino que se hace cargo del 50% del coste de financiación de nuevas plantas de tratamiento.
—¿Cuándo va a tener el visto bueno de la Comunidad la operación Madrid Nuevo Norte?
—Va a ser una realidad muy pronto. Lleva 20 años de tramitación. Es un gran proyecto , capital para Madrid y para España. Estamos hablando de la mayor obra de infraestructura que se va a desarrollar en los próximos años en Europa. Estamos en coordinación con el Ayuntamiento para sacar el proyecto cuanto antes, con plenas garantías y con total seguridad jurídica, que es lo que nos están pidiendo los inversores y los empresarios.
—Tienen en la consejería un equipo específico dedicado a este tema.
—Aproximadamente tenemos a 15 personas trabajando en el proyecto desde que entró en la Comunidad. Son 50.000 folios, 5.000 archivos PDF, y tenemos que tener a los mejores profesionales para sacarlo adelante.
—¿Se atreve a dar un plazo? ¿Días, semanas?
—Va a ser pronto. En un corto periodo de tiempo . Y le aseguro que antes de que se finalice esta legislatura, se habrán iniciado las primeras obras.
—¿Realmente es necesario un Comisionado de Bienestar Animal?
—Entendemos que las políticas de bienestar animal requieren de una mayor visibilización. Con ese objeto, la presidenta Ayuso propone este comisionado en su discurso de investidura. Cuanto más desarrolladas son las sociedades, con más frecuencia incorporan a su casa un animal doméstico.
—¿Qué tipo de medidas establecerá?
—Tenemos centros de atención en la Comunidad de Madrid que son un referente: cada año consiguen buscar y encontrar familias que adoptan a esos animales con un porcentaje de éxito del 90 por ciento. También fomentamos el bienestar y el cuidado de los animales en las explotaciones ganaderas.
—¿Es compatible hablar del bienestar animal y mantener actividades como la tauromaquia o la caza?
—Entendemos que la caza y el toro suman en la Comunidad de Madrid. La fiesta taurina fue declarada de interés general, y a nadie se le escapa que el toro y la caza contribuyen al mantenimiento de la biodiversidad, a que nuestras dehesas estén cuidadas.
—Están ya redactando la nueva Ley de Suelo. ¿Con qué pautas?
—Es una ley clave para esta legislatura. Necesitamos liberalizar el sector, poner suelo a disposición de los que quieren invertir y generar riqueza. La actual obedece a realidades que han sido ya sobrepasadas. Incluso no contempla algunos de los nuevos usos. Queremos flexibilizar: que los ayuntamientos no se ahoguen en la tramitación administrativa y dispongan de herramientas flexibles para desarrollar su propio planeamiento. Que las empresas puedan tomar decisiones sin que se vean coartadas por el exceso de burocracia.
—Y, cuando habla de reducir o eliminar cargas, ¿en qué se traduce?
—Por ejemplo, que los ayuntamientos pequeños puedan tener una colaboración mucho más estrecha de la Comunidad, mientras que los grandes puedan asumir determinadas competencias en planeamiento urbanístico y de la adopción de informes y autorizaciones necesarios para desarrollar determinadas actividades.
—¿Liberalizar suelo se va a traducir en bajada de precios?
—Cuando uno facilita la puesta en el mercado del suelo, sin ninguna duda está contribuyendo a que se abarate el precio de la vivienda.
—También se estudia acabar con la clasificación del suelo.
—La clasificación de suelo que se recoge en el ámbito nacional no ha sido traspuesta al ordenamiento regional. No va a tener mayor implicación que diferenciarlo entre urbanizado y rural. Lo que sí va a suponer un cambio sustancial es rebajar las exigencias para determinados trámites de cambios de uso de unos edificios o de unos locales a otros, que con frecuencia ahora suponen una tramitación especialmente larga. También queremos establecer plazos para la emisión de informes sectoriales: algunos no los tienen, y eso supone alargar los procedimientos.
—Están los agricultores y ganaderos muy enfadados.
—Sánchez ha hecho lo que hace casi siempre: enfrentar a unos sectores con otros, aquí a los agricultores con los distribuidores. Y esa es la política que hace un perdedor. Lo que hacemos en la Comunidad es apoyar al sector agrícola y ganadero, con un plan de medidas que van a disminuir el intervencionismo. Se va a apostar por la competitividad y la incorporación de jóvenes agricultores. Y ofreceremos un canal para la venta directa de sus productos hortofrutícolas.
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