Tragedia en Navalcarnero
Los padres del joven ahogado: «A nuestro hijo el Summa no le dio una segunda oportunidad»
Los progenitores, que se sintieron abandonados por la «negligencia», exigen que cambie el protocolo en los casos graves
El 14 de enero de 2018 no lo olvidarán jamás . «Sentimos desesperación y abandono por parte del médico del Summa 112 de la Comunidad de Madrid que nos atendió al otro lado del teléfono mientras que a nuestro único hijo, Aitor, de 24 años, la vida se le escapaba ». Así lo relata Bartolomé García, de 62 años, entre suspiros profundos. Acompañado por su mujer, Carmen Ruiz, de 61, agotada por la pena, asegura, tajante, que «ese servicio no le dio una segunda oportunidad a Aitor, se la arrebató. Siempre nos quedará la duda de qué hubiera ocurrido si hubieran enviado una UVI a tiempo».
Bartolomé lo tiene claro: « Mi hijo falleció por falta de asistencia ». Y acusa al doctor que les cogió el teléfono de no saber valorar la gravedad del caso, además de falta de humanidad y responsabilidad. «Nos hizo demasiadas preguntas, que si seguía algún tratamiento médico, que si bebía, que si había tomado algo, para acabar diciendo que estaba un poco 'tocado'». Según su relato hicieron cuatro llamadas porque Aitor se desmayó y al recuperarse se ahogaba. «El médico insistía en que se pusiera al teléfono y le llegó a decir, tras hablar con él, que apenas tenía aire: 'Yo no escucho que te ahogues'. Y colgó». Envió una ambulancia convencional a su domicilio de Navalcarnero.
El padre de Aitor agrega:«En la segunda conversación con él –ocho minutos después–, cuando mi hijo ya estaba azul , me indicó cómo hacerle la reanimación cardiopulmonar», rememora. Entonces, activó una UVI-móvil al considerar que se trataba de una emergencia y no una urgencia como al principio. Desde la primera llamada hasta la última «pasaron 23 minutos».
No obstante, desde el Summa insisten en que se actuó conforme al protocolo. Este establece que el sanitario haga una serie de preguntas para valorar al paciente y, en función de ello, enviar el recurso adecuado. Por eso primero se mandó una ambulancia convencional. Luego, la UVI-móvil, quetardó 14 minutos desde que se pidió. En las dos últimas llamadas ya no hubo comunicación. Se oían gritos, mientras al otro lado del hilo telefónico, preguntaban: «¿Me escuchan?» precisan las fuentes.
Mientras, Bartolomé sostiene que o le colgaron esas dos últimas veces o no había conexión. « Mi hijo falleció, prácticamente, en mis brazos porque, aunque el equipo médico le recuperó de la parada cardiorrespiratoria que sufría, estaba en estado muerte cerebral. Legalmente pereció cinco días después en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles».
«No queremos que nadie más pase por ello. Los casos muy graves no se pueden evaluar por teléfono»
«Solo le teníamos a él y nos lo han quitado. Queremos defender su memoria y depurar responsabilidades»
El joven tenía un trombo en el pulmón que le causó la asfixia. «De eso nos hemos enterado después porque siempre estuvo sano . Hemos aprendido mucho», ironiza este hombre. En cuanto al protocolo, exigen que se modifique en los casos de extrema gravedad como el de su hijo. «En determinados estados es muy difícil evaluar por teléfono. Ese señor con su protocolo nos hizo perder un tiempo precioso. El daño que nos ha causado por su irresponsabilidad es irreparable y no queremos que nadie más vuelva a pasar por ello», recalca Bartolomé.
«El Summa salva muchas vidas y yo les felicito, pero en nuestro caso no fue así y no lo reconocen»
Así se lo expresó al consejero de Sanidad , Enrique Ruiz Escudero. Este les llamó ayer por teléfono a las 15.30 horas para ofrecerles su colaboración y a yudarles en todo lo que estuviera en su mano. «Hasta ahora nadie se había puesto en contacto con nosotros. Solo tenemos unas cartas diciendo que la actuación de ese señor ha sido correcta», lamenta.
Vía penal
Bartolomé añadió: « El Summa salva muchas vidas y yo les felicitó por ello, pero en nuestro caso no reconocen que cometieron un disparate». Este dolido matrimonio ha puesto una reclamación patrimonial a la Consejería de Sanidad . Solicitan 175.000 euros de indemnización. Estudian con su abogado de la asociación del Defensor del Paciente denunciar por la vía penal. El médico que atendió a su hijo sigue en activo y no ha sido sancionado, ya que no hay denuncia ante los tribunales, algo que no entienden. Desde el Summa precisan que no se le ha identificado porque no se ha recurrido a los tribunales y s e ha optado por la vía administrativa.
El padre de Aitor protesta porque « los audios de las llamadas que pidieron un mes después de la tragedia se los enviaron el jueves pasado y cortados».
«Queremos depurar responsabilidades e ir hasta el final. Lo hacemos por su memoria. Era lo único que teníamos y nos lo han quitado. Todos los días nos preguntamos: ¿Por qué? ¿Porqué nos ha ocurrido esto? ».
Noticias relacionadas