Iglesias de Madrid

Nuestra Señora del Camino: Una parroquia con los brazos abiertos al barrio de Canillejas

Cuenta con 122 alojamientos temporales tutelados para facilitar el acceso a la vivienda social

Exterior de la parroquia de Nuestra Señora del Camino De San Bernardo

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Hoy y mañana, el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Santos Montoya, hará la visita pastoral a la parroquia de Nuestra Señora del Camino , calle Fenelón, 20. Un templo emblemático del barrio de Canillejas, erigido el 6 de agosto de 1965 y que, desde entonces, ha sido uno de los centros de la atención social que habla de lucha por la dignidad, por la justicia, por una vivienda digna.

Un barrio que se desarrolló a partir de la UVA, Unidad Vecinal de Absorción Futuna, del Instituto Nacional de la Vivienda para combatir el chabolismo en lo que entonces era periferia de Madrid. Se planificó como construcción para integrar a las familias que venían de la migración interior en España. En el templo, que ha pasado por distintas fases desde su construcción, se recuerda con una placa que indica que « se reconstruyó con la ayuda de los fieles, siendo el arzobispo de Madrid, el cardenal D. Ángel Suquía, Párroco Eloy Pérez y Vicario parroquial D. Javier de Haro. Madrid, 25 de diciembre de 1991».

Ahora se podría decir que la iglesia se ubica a la sombra del Residencial JMJ de Cáritas Madrid, edificio contiguo en cuya planta baja están lo locales de la parroquia. Este Residencial fue uno de los frutos de la JMJ Madrid 2011, de la visita del Papa Benedicto XVI a España. Una construcción del año 2014 que da mucho juego a la vida de la comunidad. El centro cuenta con 122 alojamientos temporales tutelados, con los que se busca favorecer la autonomía, la inserción social y el acceso a una vivienda social . En este centro se dice en la red que hay tres ángeles de la guarda que cuidan de las personas que viven allí. Son las hermanas Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, Reyes, Teresa y Mª Inés, lo que se llama el equipo de vida.

El párroco de Nuestra Señora del Camino es el sacerdote Manuel Paniagua Barbero y está acompañado por el sacerdote estudiante de Derecho Canónico, Rodolfo Armando Verastegui. El párroco señala que esta parroquia «acoge a todo el mundo con los brazos abiertos y es bastante alegre». Como curiosidad hay que destacar que, según las delimitaciones actuales, el estadio del Wanda Metropolitano está en el territorio de esta parroquia. Al igual que el Cuartel Militar de Automovilismo.

Dentro de las actividades hay que destacar la Catequesis , en sus procesos de iniciación cristiana, la de Confirmación y la de los jóvenes que, una vez confirmados recientemente por el obispo auxiliar monseñor José Cobo, siguen en camino de formación de la fe. En la vida comunitaria son importantes los talleres de manualidades, para mayores y para pequeños, y de guitarra y de ajedrez. Hay también un grupo de matrimonios y otro grupo que se reúne los lunes para reflexionar sobre la Palabra de Dios. El párroco destacaba la labor de las personas que atienden la limpieza y la dignidad del templo y el grupo de liturgia para los tiempos fuertes. El proyecto inmediato en el que más se está trabajando es la preparación del campamento de verano , que antes de la pandemia movía a casi un centenar de personas.

Uno de los aspectos más destacados de la parroquia es la atención de Cáritas parroquial, que cuenta con un grupo activo de voluntarios . Durante la pandemia atendieron a 130 familias. Además de la acogida, está la prestación de alimentos . En este período, parece una tónica común en las parroquias de esa Vicaría, está disminuyendo el número de personas que se acercan a las parroquias a recoger alimentos, quizá porque se ha incrementado este tipo de ayudas por parte de los organismos oficiales y algunas ONG.

En la parroquia hay una Hermandad de Nuestra Señora del Camino que reza por la comunidad y que celebra la eucaristía el 15 de cada mes por este motivo. Por cierto que en el templo destacan las imágenes de la borriquilla y de San José, las pinturas de la capilla del Santísimo, traídas del Monasterio de las Benedictinas de la Piovera, y un Cristo de la Porciúncula hecho por un miembro de Alcohólicos Anónimos.

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