La mujer a la que se le derramó ácido en el asiento de un autobús: «Perdón, no sabía que era peligroso»
La Guardia Civil halla a la mujer a la que se le vertió accidentalmente desatascador industrial y quemó los glúteos a dos pasajeros
Abochornada y tremendamente afligida. Así se encuentra la mujer que derramó ácido en el asiento de un autobús y quemó a dos pasajeros de la línea que une Algete con la capital, los pasados días 11 y 12. Su localización por agentes de la Guardia Civil ha permitido averiguar qué tipo de corrosivo fue el que causó las graves quemaduras al menor de 17 años y la joven de 18 que se sentaron sobre el asiento empapado. El líquido es un desatascador industrial .
Según explicaron ayer fuentes del Instituto Armado , la mujer no fue consciente de la peligrosidad y potencia del producto, que trasladaba en una botella de plástico común que acabó deshaciéndose sobre el asiento del autobús. Hasta el momento de su localización, esta usuaria habitual de la línea 185 no tuvo conocimiento de los dos accidentes que había causado su imprudencia. «Perdón, no sabía que era peligroso», reiteró ante los agentes, mostrando su preocupación por las dos víctimas. «Se encuentra muy deprimida por lo ocurrido», aseguraron fuentes conocedoras del caso sobre la mujer, de 50 años, que se encuentra en libertad y a disposición de lo que determine el Juzgado que se encarga del asunto.
La Guardia Civil comunicó de manera inmediata la naturaleza de la sustancia corrosiva a la Unidad de Quemados del Hospital de La Paz de Madrid , donde han sido atendidas ambas víctimas. Los afectados sintieron un gran calor y ardor por las piernas y nalgas y tuvieron que ser intervenidos la semana pasada para practicarles un injerto de piel.
En el marco de la investigación –a cargo la Policía Judicial de la Guardia Civil de Daganzo– se retiró el asiento del autobús afectado para su análisis por el Departamento de Criminalística del Instituto Armado.
Las pesquisas comenzaron después de que la madre de la joven interpusiera una denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Algete, al igual que la progenitora del otro chico afectado, que reside en Cobeña, localidad incluida en la ruta de esa línea de autobús. Nada más enterarse, la madre de la primera víctima avisó a la compañía de autobuses, Interbús , del suceso. Esta explicó en un primer momento que se le derramó líquido a una pasajera y avisó al conductor, aunque en una segunda versión precisó que esa pasajera no lo comunicó. Consultada ayer por este extremo, la Guardia Civil no ha podido determinar aún si la pasajera avisó o no al conductor del autobús.
Los agentes examinaron en su momento las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad facilitadas por la empresa de transporte y consiguieron ver a la mujer que manipulaba una bolsa en el asiento donde fue derramado el desatascador industrial que causó las lesiones.
La Policía Nacional abrió otra investigación para determinar el origen de un líquido vertido el miércoles pasado en un autobús de la línea 6 de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid. Fue el conductor el que dio el aviso tras detectar en una revisión rutinaria, en las cocheras de Carabanchel, que en uno de los asientos traseros alguien había arrojado un líquido. El autobús fue inmovilizado pero las pesquisas policiales indicaron que, finalmente, no era corrosivo ni peligroso para la salud.
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