El misterio del autobús que abrasa los glúteos a sus viajeros
Dos jóvenes tienen que someterse a un injerto de piel tras sentarse sobre un líquido corrosivo en la línea Madrid-Algete
La Guardia Civil investiga un extraño caso: el de un autobús interurbano en el que, al menos, dos jóvenes han sufrido graves quemaduras al sentarse sobre un líquido abrasivo. Ambos chavales sufren lesiones que les han obligado a pasar por el quirófano y someterse a injertos de piel.
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El primer suceso se produjo el viernes por la noche. Una vecina de Algete, de 18 años, regresaba de la Universidad a su casa cuando subió al autobús 185, que une la capital con su pueblo, desde el intercambiador de Plaza de Castilla. Se sentó en uno de los asientos y comenzó a sentir una fuerte quemazón en los glúteos y la parte superior de las piernas. Entonces, se cambió de asiento, pero continuaba con el mismo malestar. Se percató de que había una sustancia viscosa en el asiento.
Acabó en un centro sanitario y, finalmente, en la Unidad de Quemados de La Paz, con abrasiones de tercer grado en ambos glúteos. Ayer por la mañana, fue sometida a una operación, en la que se le practicó un injerto de piel. El líquido corrosivo le «comió» incluso la grasa corporal y le llegó prácticamente al nervio , aunque por suerte no llegó a quedarle afectado. Tras sufrir el percance, puso la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.
Pero es que, al día siguiente, a primera hora de la mañana, un adolescente también sufrió la misma desventura. Pau, de 17 años, reside en Cobeña, pero asiste a clases en un instituto de Madrid.
A las 7.55, el 185 salió de Algete y él lo cogió minutos después, cuando pasó por su pueblo. Tuvo la mala suerte de ir en el mismo vehículo donde la noche anterior se quemó la chica. Se sentó en el mismo asiento y se abrasó la nalga derecha. «Se levantó y vio una pasta negra pegajosa y que tenía el pantalón quemado» , explica a ABC Laura García, su madre. Esta mañana le someten a un injerto de piel, también en La Paz. También ha presentado una denuncia por los hechos.
La empresa del vehículo, Interbús, se puso en contacto con la familia el lunes. Les dijeron que en las cámaras se ve cómo a una usuaria se le derramó, por accidente , un líquido y que han enviado el asiento a analizar, para ver de qué sustancia se trata.
Lo qué está claro es que nadie revisó el vehículo en las horas que transcurrieron entre ambos sucesos . Además, nadie ha aclarado si la mujer avisó al conductor o no.