Madrid obligará a los aparcamientos a tener puntos de recarga eléctrica antes de 2024

La ordenanza, que también prohíbe las calderas de carbón en 2022, entrará en vigor a finales de marzo

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El cielo de Madrid bajo la «boina» de contaminación JAIME GARCÍA

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Los aparcamientos situados en edificios no residenciales -hoteles u oficinas- de Madrid tienen un plazo de tres años para instalar puntos de recarga eléctrica. Este es el periodo de adaptación que contempla el borrador de la nueva ordenanza de Calidad del Aire que la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de la capital aprobó ayer . Esta medida fue incluida en el proyecto tras aceptar las alegaciones del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) e Iberdrola. Saltarse la norma a partir del 1 de enero de 2024 acarreará multas de entre 750 y 3.000 euros.

La cuenta atrás comenzará a partir de marzo, cuando se prevé que la normativa entre en vigor tras su aprobación final en el pleno municipal. Esta exigencia afecta a todos los ‘parkings’ con más de 20 plazas, que tendrán que contar con al menos un cargador por cada 40 estacionamientos. El objetivo es que como mínimo un 5 por ciento de los espacios sean aptos para vehículos eléctricos o híbridos.

Desde CEIM, una de las entidades impulsoras de la medida, consideran que este tipo de acciones son clave «para apoyar la transición hacia un modelo de movilidad sostenible». «Uno de los aspectos que habría que reforzar es el de la red de puntos de recarga de vehículos sostenibles, así como dotar de apoyos económicos a las empresas para la renovación de las flotas de vehículos», indican a ABC desde la patronal madrileña.

«Va a haber un auge del vehículo eléctrico y Madrid tiene que estar preparada para ello», valoran desde la Asociación Madrileña de Empresarios de Garajes y Talleres (Amega). Quienes son los principales afectados, sin embargo, ven dificultades técnicas a la hora de llevarlo a la práctica. «En el caso de un garaje pequeño y mediano que tenga una potencia contratada de 15-20 kilowatios será insuficiente para dar un servicio de calidad -los cargadores rápidos suelen necesitar entre 50 y 150 kw-, por lo que tendremos que aumentar la potencia contratada y nos obligará a aumentar los gastos fijos . Tampoco es clara la ley en cuanto que podamos cobrar por el suministro de esa energía, por lo que tendríamos que ceder la plaza a una compañía eléctrica para que sean ellos la que lo ofrezcan», apunta el portavoz de la asociación, Joaquín Puldain.

Revisión extra de la ITV

Al tiempo que se impulsa la movilidad eléctrica, el Ayuntamiento también trabaja para poner coto a los vehículos más contaminantes. Así los coches que no tienen etiquetas de la DGT -los diésel anteriores a 2006 y los de gasolina previos a 2000- no podrán circular por los distritos interiores a la M-30 desde el año que viene. Hasta entonces, esta ordenanza permitirá a los agentes de Movilidad y a la Policía Municipal controlar, sancionar e, incluso, inmovilizar los vehículos que expulsen emisiones excesivas. Podrán, además, obligarlos a someterse a una ITV adicional en el plazo de un mes para corroborar que no se exceden en la expulsión de partículas nocivas.

Descarbonización

El objetivo del Ayuntamiento es terminar en 2022 con otra fuente emisora importante: las 200 calderas de carbón . Éstas estarán prohibidas a partir del año que viene. Para ayudar a su renovación y las de las más de 4.500 de gasóleo darán 12 millones en ayudas.

Consumo cero

Para caminar hacia el consumo cero, la normativa obligará a que todos los edificios que se construyan a partir del próximo otoño dediquen la mitad de su superficie a placas solares y puntos de recarga para vehículos híbridos enchufables o eléctricos. Estos complejos deberán nacer también con un certificado energético A o B.

Eventos masivos

Los promotores de eventos al aire libre con más de 5.000 asistentes, como el Orgullo o el Mad Cool, deberán presentar un plan de sostenibilidad que incluya cómo llegar en transporte público y cómo organizarán la recogida selectiva de residuos. El Ayuntamiento les podrá pedir «acciones compensatorias» para equilibrar la huella de carbono del evento, como planta árboles para reducir el CO2.

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