Madrid inaugura la fase 1 a medio gas: «Se abre perdiendo dinero»
Hosteleros y comerciantes reabren sus negocios cumpliendo estrictamente las limitaciones de aforo y las medidas de seguridad
Madrid está más cerca de volver a ser aquella ciudad bulliciosa que nunca duerme. Numerosos comercios y algunos bares han reabierto este lunes , día en el que la región inaugura la fase 1. Eso sí, lo han hecho con muchas restricciones. A lo largo de la mañana, los hosteleros han mostrado su satisfacción al poder montar, al fin, las terrazas de sus negocios, aunque les esperan por delante unos días complicados debido, entre otros factores, a la limitación del aforo al 50%, la necesidad de guardar la distancia de seguridad de dos metros entre mesas y las costosas medidas higiéncias y de desinfección estipuladas.
Noticias relacionadas
Se esperaba que uno de los epicentros de esta reapertura fuera la plaza de la Independencia, donde está ubicada la Puerta de Alcalá. Salvo la terraza del Grand Cafe Capuccino y el Wellies, todas las terrazas de la zona han abierto de forma simultánea al mediodía. «Aquí se abre perdiendo dinero» , reconoce, no obstante, el director de operaciones del Grupo Ramsés , Alejandro Lannelongue. Sus dos locales, Patio de Leones y Ramsés, han abierto las terrazas con la mitad de mesas y garantizando la distancia de seguridad. Los empleados, que parte se han incorporado del ERTE, ponen todo a punto para la reapertura, protegidos con mascarillas y pantallas faciales.
Cerca de allí, casi una decena de personas hacían cola en el Café Europa , del hotel homónimo, en la calle del Carmen, junto a la puerta del Sol. «Estamos probando» , explica el gerente del alojamiento, José Antonio, sobre la reapertura con el límite de aforo al 50 por ciento. El hotel ha abierto a las 7 de la mañana y, una hora después, ya había varias personas esperando para sentarse.
Las estimaciones que apuntaban que solo abrirían el 5 por ciento de las terrazas han sido acertadas . La plaza Mayor es el fiel reflejo de esta discreta apertura. «Solo hemos abierto tres locales, por la incertidumbre» , explica el dueño de uno de ellos y presidente del gremio de restauradores de la Plaza Mayor , José Antonio Aparicio. Varias personas disfrutan de un aperitivo en sus 14 mesas, que guardan escrupulosamente la distancia de seguridad. Además, una patrulla de la Policía Municipal supervisa que se cumplan las medidas a rajatabla .
La calle de Preciados , una de las zonas comerciales por excelencia de la capital, recupera la vida. En los establecimientos, tanto los pequeños como las grandes marcas, piden a los clientes que se laven las manos con gel hidroalcóholico. «Sí ha entrado mucha gente, a mirar, sobre todo» , dice Ali, una de las dos empleadas en una tienda de zapatos. Al otro lado de la calle, El Corte Inglés reabre sus puertas (además del supermercado), aunque solo para la sección de zapatería.
Aunque no han regresado todos los que podían hacerlo. «Nunca hemos visto la calle de Postas tan vacía, es muy triste», comenta una pareja de ancianos, que han aprovechado para salir de compras después de hacer una visita a su centro de salud. «Acabamos de abrir, no ha venido nadie todavía» , dice Juan Camilo, en la misma vía, mientras limpia los estantes donde se exponen los zapatos de su tienda. «Veo que soy la única que ha abierto, entiendo que es porque es una zona turística. El 90 por ciento de nuestra facturación venía de turistas », comenta, un poco más arriba, Beatriz, en una tienda de moda.
Reabren los grandes parques
Los pulmones verdes de la capital también han abierto hoy. El Retiro vuelve a la vida, con varios grupos de personas que disfrutan sobre el césped del buen tiempo. «Estamos hasta arriba de trabajo» , dice Pedro, camarero en una de las terrazas frente al lago del parque. Las mesas, que desinfectan para cada uso, como el baño, están distanciadas tres metros.