Madrid apuesta por mantener las mascarillas en centros sanitarios y transporte público
Pide que la decisión sobre su uso en interiores la tomen los técnicos «y no los políticos», y después de un debate
Se eliminan los cribados de asintomáticos y no hay que comunicar ya el resultado de los test de antígenos
Las autoridades sanitarias madrileñas creen que se ha llegado al fin de la fase aguda de la pandemia. Por eso quieren cambiar la estrategia para combatirla: se acabaron los cribados a asintomáticos, y el comunicar los resultados de los test de antígenos en farmacias. Sanidad va a permitir beber y comer en espectáculos y en las pistas de baile, pero prefiere mantener las mascarillas en interior. Eso sí, piden abrir el debate sobre su uso futuro, para determinar cuándo y dónde eliminarla. Madrid apuesta por mantenerlas en centros sanitarios y transporte público siempre que la situación epidemiológica lo permita.
Se eliminan las pruebas masivas de contagio activo; los profesionales sanitarios serán las que las determinen en aquellas personas más vulnerables. Se propone al Ministerio de Sanidad eliminar los aislamientos en casos asintomáticos y leves, aunque tendrán que seguir evitando el contacto con personas vulnerables.
En residencias de mayores, se mantendrán 5 días de aislamiento para los contagios. En hospitales, la medida será igual, realizando al final de este periodo una prueba que deberá dar resultado negativo para que se levante el aislamiento. Además, s e elimina la obligación de comunicar los resultados de los test de antígenos al teléfono 900 102 112. Por el momento, se va a mantener la contabilidad de casos, pero sólo se hará pública semanalmente, y no a diario como hasta ahora . La red centinela de médicos que vigilan las enfermedades respiratorias se ampliará. Todos estos cambios entrarán en vigor cuando se apruebe la nueva estrategia con carácter estatal.
Fin de los controles al entrar
La bajada de contagios va a traer también algunos cambios asistenciales. Por ejemplo, se van a eliminar progresivamente los controles en la entrada de centros de atención y en los hospitales. Y se irá volviendo a la normalidad en los acompañamientos y las visitas a pacientes hospitalizados.
Está previsto que la Sanidad madrileña permita el consumo de comida y bebida en espectáculos donde se esté de pie, y también en las pistas de baile. Salvo cuando se consuma comida o bebida, se mantendrá el uso de la mascarilla.
Desaparecerá la indicación de mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros , algo que el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero , va a plantear en el Consejo Interterritorial del jueves, y que reunirá a todas las comunidades autónomas y al Ministerio de Sanidad en Zaragoza.
Mascarillas: Foro técnico
Aunque Madrid mantiene el uso de mascarillas en interiores, el consejero cree que «es el momento de abrir el debate sobre cuándo, cómo y dónde dejar de utilizarse». Debe ser, opina, un foro técnico el que debata esto, y no «una decisión política como pretende el presidente de la nación». Concretamente, la reunión de mañana miércoles de directores de Salud Pública de todas las comunidades será el foro en que se debe debatir esta retirada, más o menos progresiva. Y de ahí, trasmitirlo al Consejo Interterritorial del jueves.
La Comunidad de Madrid, ante esta eliminación de la mascarilla en interiores, propone proteger al vulnerable, monitorizar esta medida para ver qué repercusión tiene, y hacerla progresiva . La postura del Gobierno regional en este debate será «que debe dejar de ser obligatoria en interiores, siempre que lo permita la evolución de la pandemia, y con la excepción en los centros sanitarios y en el transporte público».
Según ha añadido el viceconsejero Antonio Zapatero, la variante BA2 ya es el 30 por ciento de los casos en la Comunidad , y aunque es más transmisible que la anterior, no debe alterar la evolución prevista. La incidencia acumulada es ahora de 108 casos a 7 días y 236 a 14, y ha caído más de 1.000 puntos en el último mes. Esto se ha traducido también en menor presión asistencial.
Los cribados a personas asintomáticas deben dejar de ser un objetivo ya, y tampoco se entiende ya estos cribados a asintomáticos que vayan a ingresar en un hospital para someterse a cirugías o pruebas diagnósticas. Deben centrarse a partir de ahora, opina la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, a los casos graves y a las personas vulnerables, por enfermedad, embarazo, edad, etc.
Lo básico será vigilar a los enfermos, insistió, para matizar también que no va a dejar de controlarse la pandemia para poder tomar nuevas medidas en el momento en que haga falta.
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