Covid-19
El fin de las cuarentenas por coronavirus para contactos estrechos abre la puerta a dejar de usar la mascarilla en interiores
El Gobierno español apuesta por una flexibilización progresiva del empleo del cubrebocas en espacios cerrados mientras que los expertos epidemiológicos prefieren esperar
Dónde no es obligatorio ya el uso de la mascarilla en interiores en la Comunidad Valenciana
Última hora sobre el coronavirus, el uso de la mascarilla y la vacunación
El uso obligatorio de la mascarilla en interiores tiene los días contados en la Comunidad Valenciana y en el resto de España. La Comisión de Salud Pública, en la que están representadas las autonomías y el Ministerio de Sanidad, sigue dando pasos hacia la nueva normalidad tras eliminar las cuarentenas de contactos estrechos por coronavirus , independientemente de su situación vacunal. Esta medida acerca todavía más la supresión de portar el cubrebocas en determinados espacios cerrados que, según adelantó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez , llegará «muy pronto».
De acuerdo con la última actualización de Sanidad, la incidencia acumulada nacional a catorce días se sitúa en 515 contagios por cada cien mil habitantes, a punto de dejar el riesgo muy alto de transmisión del Covid-19 después de tres meses. Al respecto, la Comunidad Valenciana ya se sitúa en cotas similares con un dato que alcanza los 537 puntos .
Esta situación epidemiológica, donde los casos activos de coronavirus han caído cerca del noventa por ciento en un mes, ha permitido a la Generalitat Valenciana dejar sin efecto el grueso de las restricciones de cara a las próximas fiestas de las Fallas 2022 , donde tan solo será obligatorio portar la mascarilla en espacios cerrados y al aire libre cuando se produzcan eventos multitudinarios.
Respecto al uso del cubrebocas en interiores, el presidente Pedro Sánchez confirmó que «muy pronto» se publicará el decreto que permita flexibilizar el empleo de este elemento de protección en determinados espacios. Todo ello, el Ejecutivo no tiene previsto eliminarlo por completo , sino mantenerlo en los lugares cerrados donde la comunidad científica considere que siga siendo necesario como hospitales, centros de salud y residencias de mayores. Así, los expertos epidemiólogos abogan por mantener su empleo durante los próximos meses para conocer la evolución de la pandemia de cara al verano.
Los primeros espacios que podrían verse afectados por esta próxima medida corresponden a los centros educativos , basado en diferentes informes de pediatría que destacan los problemas de aprendizaje que supone para los niños más pequeños que sus profesores lleven mascarillas y no les vean los labios. Diferentes comunidades autónomas presentarán la posibilidad en el próximo Consejo Interterritorial de retirar de manera paulatina el cubrebocas en las aulas por grupos de edad.
Según ha anunciado el Ministerio de Sanidad al finalizar la reunión, esta flexibilización entrará en vigor a partir del próximo sábado 5 de marzo . En cualquier caso, la Comisión ha recomendado que durante los diez días posteriores a la última exposición los contactos estrechos de casos confirmados «extremen las precauciones y reduzcan todo lo posible las interacciones sociales utilizando de forma constante la mascarilla y manteniendo una adecuada higiene de manos».
«Especialmente se debe evitar el contacto con personas vulnerables», aclara el Ministerio. Precisamente, al respecto la Comisión de Salud Pública también ha acordado emitir la recomendación de «extremar las medidas preventivas dirigidas a la protección de las personas más vulnerables».
Estas cuarentenas ya se eliminaron para las personas vacunadas hace algunos meses, si bien Sanidad recomendaba limitar sus actividades fuera de casa en los diez días posteriores al último contacto con un caso confirmado, e insistía en el uso «constante» de la mascarilla.
Así las cosas, con el 91,1 por ciento de la población española mayor de doce años vacunada , se prevé que esta medida beneficie, sobre todo, a los menores con edades comprendidas entre los cinco y los once años, unos 3,3 millones en toda España, con bajas tasas de vacunación todavía.
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