El informe psiquiátrico sobre el guardia civil que mató a un marroquí: «Tuvo un brote por drogas»

Los cuatro psiquiatras que realizaron exámenes psicológicos al acusado en distintos momentos posteriores al asesinato han afirmado que sufrió un delirio psicótico el día de los hechos, condicionado por su consumo de tóxicos así como por la situación de estrés. Así lo han declarado este martes en el juicio que se celebra ante la Audiencia Provincial de Madrid, con jurado popular, contra Ángel Luis V., para quien la Fiscalía pide 21 años de prisión por un delito de asesinato y quien ha defendido que tiroteó a la víctima, de origen marroquí, al pensar que era un terrorista.

El primer análisis psicológico por el que pasó el guardia civil fue cinco días después de los hechos por parte de un perito contratado por su defensa, quien ha afirmado que encontró al acusado en un «90 por ciento de su delirio» , ya que, pese a mostrarse aún convencido, empezaba a dudar de sí mismo y de sus actos. Tanto él como los otros psiquiatras que le realizaron pruebas en su labor de funcionarios han descrito la personalidad narcisista del acusado, «con una alta concepción de sí mismo y de los honores que debía recibir», así como una marcada falta de empatía e impulsividad.

Concluyen, por tanto, que fueron estos rasgos de su «personalidad anómala», unido al consumo de tóxicos, los que pudieron desencadenar el brote, y han defendido que creía firmemente su delirio: «Es más fácil convencernos ahora a nosotros de que es de noche que a una persona con delirio psicótico de que se equivoca», han ilustrado. Del mismo modo, se ha hecho referencia al análisis de uno de los facultativos a la esposa de la víctima, quien le refirió que uno de sus hijos había vuelto a sufrir tartamudez tras lo ocurrido, y debido a la delicada posición económica en la que se habían quedado no podían tratarle.

En el juicio también han reafirmado su peritaje los guardias civiles encargados de la inspección ocular de los vehículos, que han confirmado que el neumático de la víctima pudo ser alcanzado por una bala . Han señalado además que los doce casquillos encontrados en el lugar prueban un desplazamiento del acusado compatible con una persecución.

Por su parte, una perito de balística ha confirmado que los disparos fueron hechos desde cerca de la víctima, aunque no se podía especificar a qué distancia, y que estaban presentes en las extremidades y en la cabeza de la víctima.