Dos guardias civiles y un funcionario de prisiones, investigados por la fuga del Piojo
Como adelantó ABC, Interior sospecha que el delincuente y su hermano contaron con ayuda interior y externa de la cárcel de Valdemoro
Quién es El Piojo, el butranero que escapó de la cárcel en diciembre
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El informe preliminar del Ministerio del Interior, elaborado entre la Guardia Civil e Instituciones Penitenciarias, apunta a que, como adelantó ABC, Jonathan Moñiz Alcaide, el delincuente conocido como «El Piojo», y su hermano Miguel Ángel pudieron contar con ayuda interna y del exterior en su fuga del penal de Valdemoro, el pasado 5 de enero.
Estos sujetos protagonizaron la única huida de Madrid V en sus casi 30 años de historia y una de las pocas desde una prisión que se conocen en España. Lo más común es que los reos aprovechen un permiso para no volver o que escapen durante un traslado, aunque estén custodiados.
En las conclusiones del dosier elaborado por Interior, según ha informado hoy El País, consta que se ha abierto un expediente disciplinario a dos guardias civiles (el encargado del visionado de las cámaras y que en un principio dijo que éstas no habían funcionado , aunque sí se comprobó que lo hicieron, pero que las apagó varias veces cuando sonaron, y a un superior); el otro investigado es un funcionario de la prisión encargado del reparto del material de limpieza.
Como informó este periódico, los conocidos aluniceros y butroneros utilizaron escobas de la cárcel que anudaron con bolsas y con sábanas. Usaron este artilugio como pértiga , habida cuenta de sus excepcionales condiciones físicas, para engancharlas en la cima del muro (coronado con concertinas), de 7 metros de altura y conseguir saltarlo. El tercer delincuente se quedó en el intento y, antes de ser arrestado allí mismo, telefoneó con un móvil escondido a los compinches que tenían en el exterior y que ayudaron a los Moñiz a escapar en un Audi.
El Piojo y compañía prepararon su plan con bastantes días de antelación. Con una especie de ganzúa, a modo de llave, consiguieron abrir la puerta del llamado «cuarto de maletas», donde se almacenan los enseres que los presos no pueden tener en sus celdas. Luego, serraron los barrotes que daban al tejado de la prisión , ya bastante deteriorados antes, y por la cúpula llegaron hasta la zona por la que saltaron, que hace dos décadas fue utilizada por otros tres presos para intentar fugarse.
Ha pasado casi un mes del suceso y no hay rastro del Piojo y su hermano, que se cree que cuentan con ayuda de otros malhechores de su entorno para esconderse y tratar de salir de España. En sus domicilios y lugares habituales de sus familias (puestos a nombres de sus parientes) no han sido encontrados. La única respuesta recibida por lal Guardia Civil allí presentada ha sido: «Nos hemos enterado de lo ocurrido por la prensa».
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