El fichaje exprés de Garrido, última bala de un Cs que baja en las encuestas
Los sondeos del 26-M reflejan entre enero y abril caídas de 5 puntos para la formación
El fichaje exprés de Ángel Garrido ha sido la última bala de Ciudadanos de cara a las elecciones del 26-M. En el partido creen que puede ser el revulsivo que les hace falta para remontar en las encuestas, que hasta la fecha arrojan resultados más altos que en 2015 pero a la baja mes tras mes para la formación.
Aún impactados por la noticia del nuevo afiliado, que ha sido tan sorpresiva en las filas de la formación naranja como lo fue en la de los populares, la cúpula madrileña de la formación naranja sorteaba ayer las duras críticas que seguía recibiendo –especialmente en redes sociales– por su fichaje. Muchas procedentes del PP, pero otras también de quienes mostraban su extrañeza por abrir las puertas de la «casa naranja» a quien durante toda la legislatura ha sido uno de sus azotes desde el hemiciclo de Vallecas.
Los responsables de Ciudadanos, con Ignacio Aguado a la cabeza, defienden la incorporación del ex presidente regional madrileño a sus filas. Y están convencidos de que les ayudará a sumar votos. Falta les hace: en las encuestas que se están realizando por Telemadrid desde el mes de enero, sobre las elecciones municipales y autonómicas del 26-M, los resultados arrojan una constante bajada en las expectativas de apoyos de Ciudadanos.
Así, en el caso de la Asamblea madrileña –la lista que encabeza Ignacio Aguado y en la que se ha integrado Garrido–, se aspira a conseguir más votos que el 12,15 por ciento obtenidos en 2015. Pero los resultados de la encuesta daban en febrero una expectativa de votos del 18,9 por ciento, en marzo de un 16,3 por ciento y en abril del 14,9 por ciento: una caída de cinco puntos en tres meses.
Villacís también cae
Por lo que respecta al Ayuntamiento de Madrid, donde es número uno Begoña Villacís , los resultados de enero rondaban el 22,7 por ciento, doblando prácticamente el 11,43 obtenido en 2015. Pero en marzo, tras la publicación por ABC en febrero de las noticias sobre su sociedad patrimonial, el sondeo de Telemadrid le daba ya un 19 por ciento de votos, y el de abril un 17,2 por ciento. Un resultado 5,5 puntos por debajo del de inicio de año.
Paradójicamente, el fichaje de Garrido ha coincidido en el tiempo, prácticamente al milímetro, con la dimisión un año antes de Cristina Cifuentes, la presidenta regional madrileña a la que Garrido sustituyó, tras hacerse público un vídeo sobre ella en un supermercado madrileño.
La versión oficial en el partido naranja defiende que la llegada de Garrido ha sido recibida con entusiasmo entre sus filas. Insisten en que la actitud del político, que entra como número 13 sin «mover» apenas la lista y dispuesto a «sumar al proyecto liberal» y entendiendo que «hay mucha gente que está por delante de él porque lleva mucho tiempo trabajando aquí».
Tampoco esperan choques de ego con Aguado, actual líder de la formación y del grupo parlamentario, y candidato a presidir la Comunidad. Lo cierto es que parece poco probable que alguien que ha sido jefe del Ejecutivo autonómico vaya ahora a ser consejero, en el mejor de los casos, o diputado raso. Hay quien apostaba porque tendría el compromiso de la dirección naranja de ser luego senador por designación autonómica. Pero portavoces de la formación niegan tener ningún tipo de acuerdo con él.
Otra posibilidad sería la de que acabara convertido en el presidente de la Cámara regional, un puesto institucional y de representación, más alejado de la «melé» política.
El factor taxi
En las listas de Ciudadanos, además de Garrido, se han producido otras incorporaciones de la sociedad civil: personas independientes que han sido llamadas a formar parte del proyecto de la formación naranja. Y que sí que supusieron «mover» de puestos a algunos diputados regionales. Otros han desaparecido de la misma, como es el caso de María Teresa de la Iglesia , que fue la promotora de la Ley de Gratuidad de Libros de Texto que Ciudadanos aprobó en esta legislatura.
Otro factor que podría tener su peso el 26-M, a la hora del recuento de votos, es el efecto que la llegada de Ángel Garrido tendrá sobre los resutlados de Ciudadanos tras la guerra del taxi. En este conflicto, la figura del ex presidente regional quedó muy señalada por algunas asociaciones del sector . El de los profesionales del volante es un colectivo que conforman los dueños de las 15.000 licencias actuales y que puede suponer, a la hora de sumar o restar votos, una cuestión de peso.
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