Curiosidades de Madrid

El falso salto en paracaídas de Elisa Garnerin sobre El Retiro que enfrentó a España y Francia

El 11 de mayo de 1818 miles de madrileños se quedaron con las ganas de ver el prometido espectáculo aéreo de una acróbata francesa que acabó, con su padre, en la cárcel de la corte

André Jacques Garnerin y Elisa Garnerin WIKIPEDIA

ADRIÁN DELGADO

Las historias curiosas de Madrid no siempre llegan con rigor hasta nuestros días. La literatura y, el boca a boca, han despistado a numerosos conocedores de las curiosidades de la Villa y Corte que han dado por ciertos sucesos extraordinarios que nunca se produjeron. Uno de ellos es el salto en paracaídas –de ser así, el primero que se hizo en España – que la acróbata francesa Elisa Garnerin realizó supuestamente sobre El Retiro el 26 de abril de 1810. Un acontecimiento que, sin embargo, nunca ocurrió. Al menos así.

Elisa Garnerin, hija del científico francés André Jacques Garnerin que retomó los estudios de Leonardo da Vinci para lograr convertirse en el primer paracaidista de la historia , realizó más de cuarenta saltos por toda Europa en la primera mitad de siglo XIX. Su espectáculo también vino a Madrid, pero no en 1810 sino ocho años más tarde. La experiencia, anunciada meses antes en todas las esquinas de la Villa y Corte atrajo a miles de madrileños a la cita que, en realidad, tuvo varias fechas como protagonistas de una serie de intentos fallidos: el 19 y el 26 de abril, y el 3 y 11 de mayo de 1818.

Lo que ha pasado para muchos como un hazaña increíble fue en realidad un fracaso mayúsculo que generó un conflicto entre los españoles y los franceses. Todo ello, por sentirse el pueblo madrileño engañado por la imposibilidad de Garnerín padre para elevar el globo sobre El Retiro desde el que debía saltar en paracaídas su hija Elisa. Para ello, ordenó construir dos generadores de vapor de agua que debían propulsar el artefacto aerostático. Todo costeado con fondos públicos. Hasta 20.000 personas pagaron su entrada para ver, junto a la Familia Real, tan magnífica proeza.

Quejas al embajador de Francia

Grabado sobre el anuncio del salto en paracídas de Elisa Garnerin en Madrid en 1818 MUSEO MUNICIPAL

Los madrileños aguantaron pacientemente que se obrara el milagro. Sin embargo, André Jacques Garnerin fue incapaz de elevar el globo. La indignación de la gente llegó ante el aviso de que, al igual que en las ocasiones anteriores, el espectáculo quedaba cancelado. La algarabía por lo que consideraron un engaño obligó a intervenir preventivamente a las autoridades que enviaron a la cárcel de la Corte a padre e hija. Allí permanecieron por seguridad durante un día, separados tal y como exigía la Ley. El alcaide de la prisión, no obstante, decidió hospedarlos al día siguiente en su casa junto a su familia dado el nivel social de sus encarcelados.

La situación, indignante a ojos de padre e hija, les llevó a redactar una carta al embajador de Francia en España relatando el mal trato que les había dado Madrid. Elisa describía en ella a los madrileños como un «populacho tumultuoso» y, para dar una mayor publicidad a sus quejas, hizo pública la misiva repartiendo miles de copias entre sus compatriotas. El gesto tuvo una rápida respuesta por parte de los españoles, sobre todo en la prensa , que alimentaron con su versión de los hechos una, ya de por sí, maltrecha relación entre España y Francia.

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