Expertos inmobiliarios prevén que el 40% de los locales de Madrid estén vacíos a final de año
La bajada del consumo y el pesimismo derivado del Covid-19 hace temblar el comercio en Madrid. Los analistas estiman bajadas de precio del alquiler de hasta un 20% y un desplome de las rentabilidades
En contextos desfavorables, con proyecciones nada halagüeñas en la evolución del coronavirus en Madrid, la «ley de la selva» es la que manda en dos sectores indivisibles como lo son el comercio y el mercado inmobiliario. A medida que las oportunidades para salir a flote se van agotando, junto al «riñón» y la capacidad de crédito, el cese de negocios y el cierre temporal de otros hasta que escampe el temporal Covid-19 ha dejado un nuevo paisaje salpicado de cierres bajados y carteles de «disponible». Solo los más fuertes sobrevivirán a tenor de las tendencias que empiezan a marcar el paso a inmobiliarias y consultoras en esta porción de la tarta inmobiliaria –conocido en el sector como «retail»–. Aquellos, por ejemplo, que hayan logrado alcanzar un acuerdo temporal respecto a sus alquileres, el gasto más importante, junto con el del personal al que se están enfrentando emprendedores y autónomos durante esta implacable pandemia.
Basta con recorrer algunas de las otrora principales arterias comerciales de la capital –Gran Vía, Fuencarral, Serrano, Velázquez o Alcalá– para comprobar de primera mano la dramática situación en la que se encuentra el tejido comercial y hostelero de la ciudad. «A este ritmo, cerraremos 2020 con un escenario de un 40% de locales vacíos en la capital», explica a ABC Ferran Font , director de estudios en el portal Pisos.com sobre un mercado que, hasta ahora, ofrecía «rentabilidades muy interesantes» –un 8% frente al 4% del residencial, históricamente–. La enorme oferta de locales que se prevé en toda la ciudad provocará, además, que los propietarios opten por transformar sus usos. Especialmente aquellos que, en zonas secundarias, cumplan con los requisitos para ser reconvertidos en viviendas. «Es una opción futurible ante la bajada drástica de las rentabilidades y podría ser una solución para los propietarios», añade.
La crisis sanitaria ha precipitado, además, jubilaciones y ceses de negocio previstos para más adelante que añaden aún más oferta al mercado. «El escenario era impensable hace solo unos meses, pero se prevén caídas medias en el precio de los nuevos alquileres que se firmen del 20% respecto a los niveles pre Covid-19», señala Font sobre una situación que reconoce como «preocupante». Independientemente de las zonas, marcadas en mayor o menor medida por el paso de turistas o el consumo local, una buena parte del comercio madrileño, literalmente, agoniza. «En el centro de Madrid la caída estrepitosa del turismo ha sido un desastre para las tiendas que dependen del paso de clientes por sus escaparates», añade. Así, en plena Milla de Oro , hay oportunidad de alquilar varios locales donde antes era casi impensable encontrar uno –es cierto que algunos llevan disponibles desde antes de la pandemia–. Lo mismo ocurre en zonas como Fuencarral y Hortaleza donde el comercio textil está pasando las de Caín.
«La media de caída de ventas acumulada entre enero y agosto es de un 40% respecto al año anterior. Lo que estamos viendo es que la confianza del consumidor no la hemos recuperado. Los clientes no tienen ganas de ir de compras y, ante esta situación, resulta inviable mantener las tiendas abiertas», explica Eduardo Zamácola, presidente del Consejo de Comercio de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (CEIM). «O empieza a haber ayudas importantes para el sector o nos vemos abocados a más cierres», señala. Según los datos que maneja, tras el confinamiento hubo un 15% de empresas que decidieron no reabrir esperando a ver si el consumo se reactivaba. «La realidad es que no, y ya el cierre ronda actualmente un 24%», asegura.
Las últimas medidas que restringen la movilidad en 26 zonas de seis distritos de la capital empeora, más si cabe, el futuro: «Cuando le dices a la gente que no salga a la calle, lo siguiente que se tiene que hacer es obligar a cerrar los comercios por Real Decreto y que vuelvan las ayudas porque no tiene sentido tenerlos abiertos sin clientes», opina. «Esta situación nos destroza y las ayudas no están llegando», explica. Desde Ceim consideran que debería haber más apoyo del Gobierno tanto para los inquilinos como los caseros. «Posponer el pago de las rentas durante seis meses es una barbaridad, porque no se van a recuperar las ventas y no habrá manera de pagarlas después», incide.
Los comerciantes tienen claro que, si nada cambia, una calle con locales cerrados es una «calle que muere». Sin embargo, las consultoras inmobiliarias ven oportunidades para los reyes de esta «selva». «La incertidumbre crea desconfianza y miedo a la hora de desarrollar nuevos proyectos pero, aquellos grandes grupos con negocios consolidados tendrán ahora una gran oportunidad para quedarse con locales que antes eran inaccesibles o estaban blindados con contratos leoninos», explica Eugenio Gallego Ortiz-Echagüe, director de retail en Madrid.
Rentas ligadas a las ventas
Este experto incide en la «elevadísima» tasa de esfuerzo que están sufriendo los inquilinos de locales en la capital con entre «un 30 y un 40% menos de facturación». Algo que se nota especialmente en zonas como Azca, muy afectadas por el teletrabajo. A su juicio, el mercado español debería valorar la posibilidad de establecer rentas variables o condicionadas a la facturación. «Los propietarios tendrán que adaptarse también a estas nuevas circunstancias. Esa fórmula ligada a las ventas ya está funcionando en Portugal», concluye.
Para Andrés Martín Rico, director de Retail High Street en Savills Aguirre Newman Madrid, ya se está viendo una «mayor flexibilidad» en las condiciones por parte de los propietarios. «Hasta el momento han sido clave las renegociaciones. Se ve mucha más colaboración como socios entre propietarios e inquilinos que antes», explica. Según sus datos, los cambios aún no son significativos en la zona prime. «Tenemos constancia de disponibilidad nueva solo de dos locales pequeños en Preciados», reseña. «La aceleración de las tendencias en cuanto a combinación online y offline, y la necesidad de llegar al consumidor con agilidad serán determinantes en lo que acaben convirtiéndose estos ejes. No van a desaparecer, se transformarán», prevé. Coincide en que esta situación ha propiciado un mercado de mayor oportunidad para los operadores que han sufrido menos: «La competencia para un mismo local es menor».
La Comunidad de Madrid tiene previsto anunciar medidas de restricción por zonas que afectarán a la movilidad de ciudadanos. Estas medidas pueden afectar también a los horarios de los comercios y dependen de la incidencia del coronavirus por zonas básicas de salud.
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