La despiadada carrera delictiva de Antonio, abatido a tiros tras apuñalar a dos policías

El individuo que amenazó con quemar viva a su novia llegó a sumar 23 requisitorias judiciales

El portal donde tuvo lugar el suceso, en Villa de Vallecas EFE/ Ep
Aitor Santos Moya

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El historial delictivo de Antonio Gámiz Robles, el hombre de 51 años y natural de Granada abatido tras apuñalar a dos policías en Villa de Vallecas, no paraba de crecer. Más aún, desde que a finales de 2014 fuera detenido por maltratar a Lucía, su pareja sentimental, en un autocar que cubría la ruta entre Barcelona y Madrid. Ese día, el mismo individuo que el pasado domingo de madrugada amenazaba con «quemarla viva» la golpeó ante el miedo del resto de pasajeros. De todos salvo uno, un agente fuera de servicio, que esperó a que el vehículo detuviera la marcha en Zaragoza para proceder a su arresto.

No era la primera vez que pasaba la noche en el calabozo, pero sí que lo hacía por pegar a su novia, una mujer de 32 años, que residía con su madre en el número 12 de la calle de Caravanajos (Villa de Vallecas). Dos años después, en septiembre de 2017, Antonio fue sorprendido por una patrulla de la Policía Nacional en las inmediaciones de este piso, entonces vigilado, después de imponer un juez medidas de protección sobre la víctima. Tras quebrantar la orden de alejamiento, el individuo, que portaba oculto un cuchillo de 18 centímetros de hoja, trató de zafarse sin éxito entregando a los agentes un nombre falso.

Un mes después, volvió a repetir la misma operación, en este caso con una piedra de grandes dimensiones escondida en la chaqueta. De nuevo, pasó por las dependencias policiales. El 17 de octubre de ese año, la Policía le engrilletó otra vez por una de las muchas reclamaciones judiciales que pesaban sobre él: hasta su muerte, 22 ya cesadas, y una en vigor por averiguación de paradero y domicilio dictada por un juzgado especializado en materia de violencia de género. Fuentes policiales subrayaban ayer a este periódico que, precisamente, la mayoría de las requisitorias estaban relacionadas con delitos pertenecientes a este ámbito.

En noviembre de 2018, el violento sujeto fue capturado por amenazar a Lucía en la Fontana de Oro, uno de los locales de ocio nocturno más frecuentados de Huertas. La última detención efectuada por la Policía Nacional tuvo lugar el 28 de agosto del año pasado al irrumpir, armado con dos cuchillos, en un establecimiento de la cadena 100 Montaditos para agredir física y verbalmente a su propia pareja y la madre de esta, María Luisa, la misma persona que el domingo alertó al 091 desde el interior de la casa donde Antonio emboscó a los agentes.

Pero no solo tuvo que vérselas con la Justicia por maltratar a Lucía. El 4 de febrero de 2019, el finado blandió una navaja en la vía pública a fin de intimidar a las personas que por allí pasaban. Al llegar un indicativo formado por tres policías, se tiró a por ellos con intención de pincharles. No lo consiguió y resultó finalmente apresado. A ello se suma también un arresto por abusos sexuales, realizado por los Mossos d’Escuadra el pasado mes de septiembre.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación