El hombre abatido a tiros en Villa de Vallecas tendió una emboscada a la Policía
El sujeto, que amenazó con quemar viva su novia, apagó la luz para apuñalar a los dos agentes personados en la vivienda
La escena no era nueva para los vecinos del número 12 de la calle de Caranavajos (Villa de Vallecas). Tras la puerta del 1º C, donde residen María Luisa y su hija Lucía, los gritos y discusiones se habían vuelto costumbre. También las intervenciones policiales, al menos cuatro, desde que la más joven mantenía una relación sentimental con un hombre que, en la madrugada de ayer, fue abatido por la Policía Nacional tras apuñalar de gravedad a dos agentes, personados en el domicilio por un posible caso de violencia de género. El atacante, de 51 años, se aprovechó de la oscuridad de la vivienda para abalanzarse sobre los funcionarios con un cuchillo, obligando a uno de ellos, ya malherido, a efectuar dos disparos con su arma reglamentaria.
La sucesión de hechos se inició a las 2.25 horas cuando la madre de Lucía realizó una llamada al 091 para alertar de que el novio de su hija estaba, cuchillo en mano, amenazándola con «quemarla viva» . De inmediato, un indicativo de la zona se personó en la casa para confirmar el aviso y proceder a su detención. Tras advertir de la presencia policial en el portal, el agresor dejó la puerta entreabierta y apagó las luces. Los agentes, del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) de la Brigada de Seguridad Ciudadana, accedieron al recibidor, sin margen de reacción para repeler la emboscada.
El policía mas avanzado cayó al suelo tras recibir una puñalada en el tórax superior, parada en parte por el chaleco antibalas que portaba. Desde el pavimento, este observó como el sujeto se tiraba al cuello de su compañero y le asestaba un corte profundo en el labio, por lo que sacó su arma y le disparó dos veces, causándole la muerte casi en el acto. Los agentes fueron atendidos por los sanitarios del Samur-Protección Civil y trasladados, en el caso del que presentaba una herida profunda en el rostro, al Hospital 12 de Octubre; y, en el del afectado muy cerca de la clavícula, al Clínico San Carlos. El primero recibió el alta por la tarde, mientras que el segundo permanece ingresado a la espera de que los médicos hagan lo propio durante el día de hoy.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo Piqueras, hablaron ayer con ellos para desearles «una pronta recuperación».
Fuentes policiales señalaron a este periódico que el hombre abatido tenía múltiples antecedentes por malos tratos, además de un quebrantamiento de condena. Precisamente, los vecinos del bloque, que vivieron una noche de «pánico», incidían ayer en la «mala pinta» del novio de su vecina. «No sabemos cuánto llevaban, pero sí que habíamos escuchado otras veces mucho jaleo», explicaba un joven, consciente del peligro que allí acontecía. «Esto viene de largo», añadía otra mujer.
Los restos de sangre en las escaleras del portal seguían visibles horas después del suceso, así como parte de la cinta del cordón policial y material sanitario.
Noticias relacionadas