Desinfección general para recibir a los primeros clientes de la «Milla de Oro» de Madrid
Tras limpiar las tiendas con ozono, rocían las prendas con una solución virucida y con vapor a 90 grados
La ajetreada vida comercial de la «Milla de Oro» de Madrid comienza, aún de forma muy tímida, a despertarse. A pesar de que la Comunidad sigue en la fase 0 de la desescalada , algunas tiendas de moda del distrito de Salamanca empezaron desde este lunes a levantar sus persianas. Tras una desinfección profunda de todo el establecimiento, han acordado un estricto protocolo para eliminar los riesgos de contagio y, con ello, obtener la confianza de los clientes.
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Sólo las empresas instaladas en el medio centenar de comercios, la veintena de restaurantes y los cinco hoteles que se concentran en la zona comprendida entre las calles de Ortega y Gasset a Alcalá y desde Serrano a Príncipe de Vergara generan más de 12.000 puestos de trabajo directos y varios miles más de indirectos . Con todo eso en juego, no quieren escatimar en recursos para transmitir esa seguridad a su público objetivo. «El principal factor que se ha tenido en cuenta es el acondicionamiento de los locales a las demandas sociales de la llamada “nueva normalidad”. Es imprescindible adaptarse a la confianza del consumidor siempre pensando en la tranquilidad de los clientes que nos visitan», asegura el presidente de la asociación de comerciantes Distrito 41 Barrio de Salamanca, Gonzalo Hurtado.
Los locales que esta semana han decidido reabrir emprendieron días antes una limpieza general con ozono. Después, dejaron que ventilase todo el establecimiento durante 48 horas . Además de concertar las citas con los clientes de forma previa, a su llegada se les ofrecen guantes adicionales -a pesar de que los traigan de casa- y mascarilla, en caso de que no tengan. También tendrán a su disposición gel hidroalcohólico para las manos.
Una vez utilizada una prenda, la rocían con una solución desinfectante y le pasan la vaporeta a 90 grados. Además, el artículo se aparta en una zona especial del almacén para que se quede en cuarentena durante, al menos 24 horas antes de volver a exponerla. En caso de que se devuelva una prenda, realizan la misma operación. Y, en el supuesto de que se compre un determinado artículo, el cliente siempre se llevará uno nuevo del almacén, no el que se ha probado en la tienda.
Miedo y repunte «online»
A pesar del esfuerzo, los clientes todavía no lo ven claro. «En nuestra tienda de la calle de Jorge Juan no hemos tenido ventas aún, mientras que en las de otras provincias que sí han pasado a la fase 1, como las de Galicia, se han animado mucho más. En Madrid, los clientes aún tienen reticencias, tienen miedo. Creo que esperan a pasar de fase también», explica a ABC la directora de marketing del grupo textil Ogoza, Carolina Gómez de Zamora.
Sólo en ese establecimiento trabajaban ocho empleados, de los que sólo uno se ha reincorporado al trabajo. El resto sigue bajo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). «Funcionamos con el mínimo personal posible todavía. Aprovechamos el tiempo para organizar la limpieza de la tienda, contestar e-mails de clientes y vender por comercio electrónico », cuenta la responsable de Ogoza.
En este sentido, afirma, durante la cuarentena sí que han crecido las ventas por internet con respecto al mismo periodo del año pasado. « Se ha notado un cierto repunte , pero en esto el estado de ánimo supone mucho», añade Gómez de Zamora, que considera que «con prudencia y responsabilidad individual» y «acostumbrándose a las nuevas medidas» es bueno recuperar la actividad.
Mientras se valora si la región pasará al siguiente estadio, los hoteles y restaurantes de la zona que tienen terrazas amplias ya han contratado a las empresas de desinfección y confían en que el próximo lunes puedan darles la noticia que esperan.