Descuatizador de Valdemoro
Crimen del carnicero tatuador: hallan un hacha, cocaína y pastillas para la esquizofrenia en su casa
Los agentes buscan ADN de la víctima en las armas y analizan si el sospechoso actuó bajo los efectos de las drogas y alcohol
Bolsas con medicinas, cocaína y medio centenar de guantes . Todo ese material se llevó la Guardia Civil de la casa de Leandro V. J., de 27 años, el autoconfeso carnicero tatuador que acabó con la vida de una amiga de 18 en Valdemoro el pasado 16 de octubre. Fue el jueves pasado, en el segundo registro de su casa, situada en el número 124 de la calle de Francia.
Algunos medicamentos eran para tratar la esquizofrenia que sufre y de la que está diagnosticado pero que, al parecer, no ingería en los últimos tiempos. En cuanto a la droga, se sospecha que traficaba con ella y que también y que podría consumir, un cóctel-molotov, de mezclar dicha sustancia con los anabolizantes que tomaba, según los especialistas. Al parecer, el día que asfixió a la joven había ingerido drogas y alcohol. Por ello, se trata de determinar con exactitud la cantidad de sustancias que tomó.
En el primer registro, los agentes de Criminalística de Valdemoro se llevaron un hacha de cocina y cuchillos grandes en busca de ADN de la víctima. Estos objetos, así como los guantes que utilizaba para tatuar, están siendo analizados con el fin de hallar restos biológicos de la fallecida. Lo mismo ocurre con los restos de sangre que había en varias partes de la casa.
Como se recordará, este sujeto, tras despiezar el cuerpo de la joven, arrojó su cabeza a unos matorrales y se deshizo de parte del mismo tirándolo a la basura. En su vivienda, ocupada desde hace cinco años, fue hallado el tronco, que trató de quemar, supuestamente , en la barbacoa.
El aspecto del procesado , vestido con un chándal negro, contrastaba con las imágenes que exhibía en sus redes sociales antes del brutal crimen. Leonardo, conocido como Leo, era un tipo introvertido. Sus vecinos solo le conocían de salir a pasear al perro y de verle en ocasiones a parcar una moto en la calle .
Detenido por lesiones y malos tratos
Precisamente por eso, llamó a su exnovia Celia, que tiene coche, para que le ayudara a comprar diversos utensilios y productos de limpieza que él no podía transportar. Así se enteró la joven de que había cometido un crimen porque él se lo contó, según su versión. Ella sostiene que le ayudó en un primer momento por miedo. Sin embargo, cuando vio la atrocidad cometida, hizo fotos y con ellas se presentó en el cuartel. Después, Leo fue arrestado.
Al parecer, el segundo registro estaba encaminado también a verificar si lo manifestado por Celia, acusada de encubrimiento, que fue encarcelada y puesta en libertad con cargos después, era cierto.
Este hombre, descrito como encantador y amable por algunos de sus clientes y allegados y obsesionado con el terror y los crímenes más salvajes , tenía antecedentes, algunos por lesiones. También varias denuncias por violencia de género: la última en febrero de este año de un expareja anterior a Celia.
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