El descuartizador de Alcalá: «Corté los brazos y las piernas de mi exnovia porque no entraba en el arcón congelador»
Manuel Moreno, acusado de matar, trocear y congelar a su expareja, asegura en el juicio que cometió el crimen «en defensa propia»
Manuel Moreno, el presunto descuartizador de Alcalá de Henares, ha declarado esta mañana en la Audiencia Provincial , acusado de matar, descuartizar y congelar a su exnovia en octubre de 2017. «La corté para meter su cuerpo en el arcón congelador porque no entraba y no soportaba verla muerta. Le corté los brazos y las piernas», ha afirmado ante el jurado popular, donde ha hecho hincapié en que cometió el crimen «en defensa propia» .
Manuel ha relatado que durante una discusión que mantuvo con Daría Oliva, la víctima, la madrugada del 6 de octubre, ella intentó clavarle un cuchillo y él se defendió. Tras remarcar que no es «un descuartizador, como se dice», pero confesar que troceó a su expareja para que el cuerpo entrase en el arcón, ha alegado que está en contra «de la violencia de género» . «No es violencia de género. Nunca le había puesto un dedo encima a una mujer y nunca le haría daño a un ser humano. Todo ocurrió en muy poco tiempo y desgraciadamente se ha perdido una vida», ha dicho dirigiéndose al jurado: «No fue un acto de maldad. Lo siento y lo sentiré toda mi vida».
Los hechos ocurrieron hace casi cuatro años en la habitación que compartían en la localidad complutense. Daría tenía 22 años y él, 42. La víctima, de origen ruso pero adoptada junto a sus hermanas por una familia española, quiso poner punto y final a la relación un mes antes de que Manuel terminase con su vida. La Fiscalía sostiene que durante la discusión , el acusado mordió a la víctima en el antebrazo y le dio un puñetazo, lo que provocó que quedase «seriamente herida», momento que él aprovechó para «coger un chillo y clavárselo dos veces en la espalda ». Los días siguientes al asesinato, la troceó en siete partes y congeló su cuerpo en un arcón -del tamaño similar al de un minibar-. «El cuerpo de la mujer estaba desmembrado y congelado adherido a las paredes del arcón», dice el escrito de acusación del Ministerio Público.
La versión del acusado es distinta. «Nos dijimos cosas muy feas. Me dio en la cara y me dio un gran bocado . Me intentó clavar el cuchillo y se lo calvé yo volteándolo. Fue por delante y no por detrás como se dice», ha indicado Manuel. La discusión, según él, se desató por un dinero que Daría había cogido sin permiso y por el desorden del cuarto. «Tenía el cuchillo en el aire. Le dio un manotazo en el brazo, el cuchillo cayó y se lo clavé. Me lo hubiera clavado ella», ha continuado. Posteriormente, ha confesado que la descuartizó cuando el cuerpo «ya estaba congelado » para evitar el sangrado , y ha contado que en el momento de los hechos había bebido y consumido varias drogas , como cocaína, hachís y marihuana.
El arcón congelador en el que introdujo el cadáver lo encontró, ha explicado, tirado en la calle los días posteriores al asesinato. «No cerraba y la tuve que cortar», ha insistido, algo que hizo con un hacha de cocina que tiró a la basura y no ha sido localizada. Después, siguió consumiendo. Desde que entró en prisión provisional, en 2019, se encuentra en un programa de desintoxicación.
Además, hoy se ha conocido que tras el crimen limpió la habitación con varios botes de sosa cáustica para eliminar restos de sangre. A preguntas de la acusación particular, que pide para él 25 años de cárcel, según recoge Europa Press, ha negado que la mordiera y que le pegara, como se explica en el escrito de la Fiscalía, afirmando que Daría se dio un golpe con un calefactor cuando cayó al suelo durante la discusión. Manuel ha relatado que Daría y él se conocieron en 2015 y 30 días después se fueron a vivir juntos a Pinto . La joven se quedó embarazada pero decidió abortar, decisión que Manuel no compartía. En 2016 se mudaron a Alcalá, donde ocurrió el atroz suceso. Seguían viviendo juntos por motivos económicos , a pesar de haber roto la relación.
Tras matarla, descuartizarla y congelarla, Manuel continuó con su vida normal. Cada día se presentaba en el bar de Alcalá en el que trabajaba. Tuvo tiempo también para hacerse pasar por Daría y hacer creer a todo el mundo que seguía viva : cambió sus contraseñas de correo, de Facebook y vinculó su WhatsApp con un nuevo número de teléfono. En las redes sociales escribió mensajes como: «Haciendo varios cambios en mi vida... Si no vuelves a saber nada de mí, tú eres uno de ellos». Su secreto estuvo oculto durante año y medio, hasta que en diciembre de 2018, la madre adoptiva de Daría decidió denunciar su desaparición . Su relación se había deteriorado desde que ella empezó con Manuel. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Alcalá de Henares autorizó la entrada y registro del domicilio en febrero de 2019 . Daría llevaba 16 meses fallecida. La Fiscalía pide para él 20 años de cárcel por los delitos de asesinato, profanación de cadáveres y estafa.
Noticias relacionadas